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miércoles, 27 de septiembre de 2023

Colaboradores engañan al Presidente

 

COLUMNISTAS

ALMA GRANDE

Por Ángel Álvaro Peña

La denuncia de la periodista Nancy Rodríguez, del medio Oro Sólido, tuvo la conferencia matutina como escenario para dar a conocer las amenazas de muerte de gente poderosa. El prestigio de muchos años de la comunicadora avala su palabra, y esto lo sabe el Presidente.

Sus colaboradores, en lugar de ser puentes de comunicación, se convierten en engaños; lo que pareciera que el Ejecutivo está solo, porque debe dar la cara ante todos con su respectivo desgaste, y muchas veces hacer el ridículo ante la población a causa de las versiones falsas de sus colaboradores cercanos que le dicen que todo marcha sobre ruedas.

Por su parte, López Obrador, de manera ingenua, le pidió a la comunicadora que acudiera a la Secretaría de Gobernación para que hablara con la secretaria Luisa María Alcalde o con el subsecretario, Alejandro Encinas, es decir, que acudiera al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de esa subsecretaría.

Dada la ineficiencia que muestra dicho mecanismo, sobre todo después de la llegada de Enrique Irazoque Palazuelos, quien reiteradamente intenta depurar el padrón de comunicadores protegidos, para quedar bien con sus superiores, con el pretexto de evaluar su situación, cuando lo que debería importarle es la vida de los que resguarda.

Para lograr adelgazar la cantidad de periodistas que están bajo el cuidado del Mecanismo utiliza a los propios guardias adjudicados para que hagan el papel de espías, de orejas, quienes tienen la orden de dar santo y seña de la vida de los protegidos a las autoridades de dicha dependencia.

Resulta que quienes manejan el Mecanismo engañan al Presidente, haciéndole creer que en realidad existe algún tipo de protección para los comunicadores, cuando no hay ni siquiera una estrategia de prevención que impida resguardar la integridad de los protegidos. Pero lo más grave es que sus guardias se convierten en informadores sobre la vida personal del comunicador.

Desde luego que el Presidente actúa de buena fe, pero es la Junta de Gobierno del Mecanismo la que engaña al Presidente y éste, confiado, cree que el mecanismo funciona correctamente. Mientras que los integrantes de la dependencia se vuelven cada día más selectivos con los periodistas que incorporan a este proceso de protección, considerando que le hacen un favor a los que logran pasar todas las pruebas para conservar el servicio, que es una obligación del Mecanismo y un derecho del comunicador.

La burocracia del mecanismo se convierte en el peor enemigo de los defensores de los derechos humanos y de los periodistas, porque sigue habiendo asesinatos de comunicadores sin que haya ninguna responsabilidad a la instancia encargada de evitar sus muertes.

Se carece de datos que puedan arrojar algún tipo de prevención que eviten muertes, no hay ni siquiera estadísticas de edades, móviles, lugares, motivos, frecuencia. Simplemente se dedican a mandar a inexpertos guardias, acostumbrados a resguardar edificios de gobierno, para evitar las muertes de los periodistas, causa principal por la que los homicidios continúan.

Una vez cometido el delito no hay investigaciones ni se recaba información sobre los trabajos recientes de los periodistas caídos, simplemente se archiva el expediente en espera del siguiente periodista muerto. De esa manera no funciona ninguna oficina de preservación de la integridad.

Algunos periodistas deben ampararse para continuar con la protección que una vez otorgada no tienen ninguna razón de quitarla, porque los enemigos a muerte sólo esperan un descuido para matar, como lo han hecho en los últimos años.

No se trata de una oficina de burócratas sino de una entidad que tenga la dinámica necesaria para impedir un asesinato, se habla del mayor de los delitos, el homicidio, pero parece que les dan a cuidar algo inanimado, porque se limitan a archivar expedientes y enviar guardias. Lo demás, su suerte se encargará de cuidarlos.

PEGA Y CORRE.

Otra renuncia importante al PRI. El senador Jorge Carlos Ramírez Marín, con más de 30 años de militancia en el tricolor, y quien fuera tres veces diputado por ese partido, se va al Partido Verde a buscar su candidatura para la gubernatura de Yucatán…

Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.