Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
La madrugada del 10 de enero elementos de la
Secretaría de Seguridad Pública que se supone, iban por unos secuestradores
pero no tenían ni idea de dónde atraparlos, mataron por error a la niña María
Magdalena de 11 años y a su abuelo, en la comunidad de Tepetzintla, municipio
de Atzalan.
Como sucede en estos casos se armó un escándalo y las
autoridades prometieron que investigarían “hasta las últimas consecuencias y caiga
quien caiga”. Pero es la hora… Hasta el momento nada se sabe del curso de las investigaciones,
si es que en efecto se están llevando a cabo.
Si tomamos como base que el feminicidio es el
asesinato que perpetra un sujeto que es pareja o tiene parentesco o relación de
poder con una mujer, una niña o una adolescente, exponiendo además su cuerpo en
la vía pública y dejándole huellas de violencia sexual o mutilaciones, el
asesinato de la pequeña no fue un feminicidio sino un “daño colateral”.
Lo que sí es un hecho es que la menor murió a
consecuencia de una mal planeada y peor ejecutada estrategia policiaca y hasta
el momento no hay responsables.
Pero María Magdalena no es la única.
De acuerdo con el Observatorio Universitario de
Violencia contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana (que se apoya en
reportes publicados en los medios de comunicación), durante el 2019 hubo en
Veracruz 13 niñas o adolescentes víctimas de feminicidio.
Es decir, de los 151 casos reportados ese año, casi el
10 por ciento correspondieron a menores de edad.
Además, se registraron ocho homicidios de menores que
no entran en el rango de feminicidios. Y hubo 114 reportes de desapariciones,
también de niñas y adolescentes.
Pero estos no son los únicos ataques que sufrieron las
menores el año anterior. De acuerdo con el Observatorio de la UV se registraron
144 agresiones de violencia física, económica y psicológica.
Por su parte, la organización Alto al Secuestro dio a
conocer este martes que entre 2018 y 2019 se contabilizaron en Veracruz 147
casos de secuestro a mujeres y la entidad sigue en primer lugar nacional en este
renglón. En 2018 último año de Yunes Linares, fueron secuestradas 58 y en 2019
primer año de gobierno de Cuitláhuac García, la cifra aumentó a 89 mujeres.
El incalificable y abominable asesinato de la niña
Fátima ocurrido la semana anterior en la Ciudad de México, prendió todas las
alarmas en el gobierno de Claudia Sheinbaum que ordenó de inmediato protocolos
más efectivos para el cuidado de las menores.
¿Qué ha hecho el gobierno de Veracruz para proteger a
las niñas y adolescentes de los feminicidios? Bueno, hace quince días el
gobernador Cuitláhuac García se fue a pintar casas a Papantla. Y la semana
anterior, mientras el sur de la entidad ardía literalmente por el incendio de
varios restaurantes a manos de los delincuentes, se fue a bailar La Bamba con
la fiscal Verónica Hernández Giadáns y asegura que los veracruzanos están muy
contentos.
Su dejadez es tal que en mayo se cumplirá un año sin
que el Instituto Veracruzano de la Mujer tenga quien lo dirija.
Vergonzoso el cinismo del mandatario estatal, así como
vergonzosa es la indolencia de una ciudadanía que mira indiferente el desamparo,
abandono y peligro en que se encuentran las mujeres y las niñas a las que
literal, están matando sin piedad en Veracruz.
Altruista labor de un panista
Heriberto Ponce Miguel regidor en la administración de
Américo Zúñiga que hiciera un papel destacado como responsable de la Comisión
Edilicia de Tránsito y Vialidad, está realizando una loable y altruista labor consistente
en llevar leche a las colonias de Xalapa con más carencias.
Ponce Miguel habló con algunos empresarios para
convencerlos de vender leche de buena calidad (es decir, no caduca) y a precios
por debajo del mercado a las familias más necesitadas. Los empresarios dijeron
que sí y en la actualidad son cuatro las colonias beneficiadas ya que el
programa acaba de comenzar.
La idea del ex regidor es cubrir la falta de este producto
en la mayoría de las colonias populares, pero a muy bajo costo. Bien por esta
labor y bien por Heriberto Ponce, que por su cercanía con el líder estatal del
PAN, Joaquín Guzmán Avilés y por las relaciones que tejió cuando fue parte del
Cabildo, podría ser el candidato del blanquiazul a la alcaldía de Xalapa. No
hay que perderlo de vista.