
Las siguientes no son ocurrencias ni ideas descabelladas. Una
fue puesta en práctica hace más de 20 años en Xalapa y otros municipios y
funcionó. La otra ha sido sugerida y debatida por ciudadanos progresistas. Si hay voluntad política son perfectamente
viables. Aquí van:
--Reducir hasta en un 80 por ciento los topes de campaña, y
los muchos millones de pesos ahorrados, invertirlos en becas, desayunos escolares
y obras prioritarias de beneficio colectivo.
He platicado con familias de colonias populares, y constatado
que miles de niños humildes acuden a la escuela con el estómago vacío porque en
su casa apenas les alcanza para una o dos comidas al día.
Es una infamia gastar tanto dinero en campañas políticas
mientras infinidad de infantes casi mueren de hambre no sólo en Xalapa sino en
los restantes municipios veracruzanos.
Hace 15 años conversé en la hoy Ciudad de México con un
prominente político veracruzano y me dijo con desparpajo y asombrosa
naturalidad:
--Quien quiera ser presidente municipal de Xalapa debe
disponer de unos 30 millones de pesos para la campaña.
Me quedé perplejo. O sea, tomando en cuenta este cálculo, en
la actualidad estaríamos hablando de 50 milloncitos o más. El candidato
necesitaría percibir ingresos durante todo el período más o menos equivalentes
al doble de esta cantidad para recuperar lo gastado y obtener dividendos.
Es insultante e inmoral semejante despilfarro. Y como de
acuerdo al sapo es la pedrada, escenario similar ocurriría en los municipios
medianos y pequeños.
Por ello lo saludable sería reducir los topes de campaña,
vigilar su estricto cumplimiento y utilizar lo ahorrado en beneficio de las
familias más pobres.
¿Qué candidatos y partidos dicen: “Yo le entro”? Creo que ninguno. No les conviene. Al pueblo sí.
Hoy compran votos de manera directa y descarada o lo condicionan
con la entrega de despensas y programas sociales. Conciben la política como el negocio
más productivo del mundo. Lo invertido esperan recuperarlo con creces.
Pongamos a prueba a los aspirantes de todos los partidos,
exijámosles gastar menos en campaña y que los recursos ahorrados los usen en
obras sugeridas por los ciudadanos.
Propongo los desayunos y becas escolares en primera
instancia. O podría ser para otro tipo de obras y acciones de beneficio social.
Que se comprometan y firmen ante notario y si no cumplen,
ejerzamos la revocación de mandato.
Los votantes tienen la palabra. ¿Qué candidatos aceptan?