Para atender estos trabajos, las Jurisdicciones Sanitarias cuentan con sus plantillas de trabajadores, máquinas nebulizadoras y material adulticida y larvicida suficiente para atender las localidades consideradas de riesgo; asimismo, en coordinación con los ayuntamientos se lleva a cabo el fortalecimiento del control físico mediante eliminaciones masivas de criaderos.
Entre las estrategias que se realizan se encuentra también la nebulización ambiental y la aplicación de larvicida, logrando con ello un impacto en la disminución de las densidades del vector.
Cabe mencionar que los productos que se aplican son biodegradables y específicos para el control de los mosquitos, no son tóxicos para el ser humano y están autorizados por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE).