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lunes, 20 de octubre de 2008

Xantolo, festividad de día de muertos en Tempoal, Veracruz






Del 29 de Octubre al 3 de Noviembre de 2008

Xantolo -vocablo surgido del término castellano Xanto (Santo) y el término náhuatl Olo (abundancia) que interpretado de acuerdo a la tradición de estos festejos en esta y otras partes significa Todos Santos- una fiesta para convivir, reír, bailar y llorar con los muertos a través de danzas, rituales, cantos, alabanzas, mitos, comidas tradicionales de la región, artesanía y música.

Basándose en la declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) en 2003 que señaló a la festividad de Día de Muertos en México: Patrimonio Cultural de la Humanidad, el Gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán gestiono para que al Xantolo de Tempoal, se le diera la categoría de Patrimonio Cultural del Estado con base en la declaratoria del 18 de julio de 2007 publicada en la gaceta oficial del estado.

El tempoalence se disfraza, materializando el alma de los difuntos, el disfraz es diverso y variado, según sea la representación que se evoca, el disfraz consta, como una de las principales partes, de una mascara que según versiones antiguas se confeccionaban con las hojas de la mazorca del maíz, con cuero, con tela o eran talladas en trozos de madera de cedro, jovo o pemuche. Las de madera, son las que han predominado por su indiscutible valor, dadas las extraordinarias habilidades de los artesanos huastecos.

Se dice que las almas de los muertos vienen a bailar y a disfrutar de la comida que se les ofrenda, pero que detrás de ellos vienen la muerte siguiéndolos para llevarlos de regreso y que el alma de los muertos se esconde en el cuerpo de los vivos, y el vivo debe ponerse su mascara, porque la muerte no debe reconocer a los vivos. ¡ Ay de aquel que sea reconocido por la muerte”.

Los vestuarios más representativos del Xantolo de Tempoal son el vaquero, por su gran actividad ganadera, los comanches, los inditos, el toro, el diablo, la muerte, los novios, los payasos, y otros mas determinada por la actitud no discriminatoria de la muerte.

Entre las comparsas más destacadas, se encuentran: la brisa, el rastro, la quinta, Rev. Verde, la Gloria, Lázaro Cárdenas, el alto, la covacha, Simón Bolívar, Ricardo Flores Magon, Chapingo.

El 31 de octubre, los niños se disfrazan de chiquillos, se integran en la comparsa de su colonia y empiezan a danzar por las calles, visitando de casa en casa. Al llegar la noche se acercan a la plaza principal y, finalmente, realizan la presentación pública con la que se despiden para regresar el próximo año. Los chiquillos solo permanecen con sus parientes vivos el 31 de octubre, a su término se alejan a su mundo. Los días 1 y 2 de noviembre son los adultos los que se disfrazan de viejos, se integran a sus comparsas y danzando de casa en casa materializan el alma de los muertos y hacen posible el encuentro físico del vivo con el muerto. Por ese simbolismo los viejos son muy bien atendidos por las familias, incluso adquieren la facultad de poder entrar a los hogares, llegar hasta el altar y tomar alguno de los productos ofrendados. Al término de cada uno de estos días, se realiza la presentación pública de todas las comparsas en la plaza principal, dando lugar a una festividad en la que se mezclan los vivos con los muertos.

Los sones que acompañan a las danzas de Xantolo se ejecutan con violín, guitarra y jarana.

El día 3 de noviembre los adultos se disfrazan nuevamente y se reintegran a sus comparsas y vuelven a danzar por las calles de la ciudad, solo que ahora lo hacen siempre con dirección al cementerio. En este lugar se concentran, por la tarde, todas las comparsas de la localidad y bailan sobre las tumbas a petición de los parientes que se encuentran en su visita al cementerio. Es quizás este acto la expresión más palpable de la que el huasteco lleva a sus muertos a su lugar de origen, los retorna a su lugar de su eterno descanso.

El día 30 de noviembre por la noche, después de haber bailado durante el día se realiza la participación pública de la comparsa, y al finalizar, se desarrolla la ceremonia del destape que consiste en despojarse de la mascara y continuar bailando con ella en la mano y con la cara descubierta. Despojándose del alma de los muertos y recobrando así la propia identidad como ser vivo.