La obra estará comentada por el historiador Horacio Guadarrama, el escritor Luís Arturo Ramos, por el antropólogo y regente de
Jarochilanda, texto que reedita el Gobierno del Estado de Veracruz, treinta y seis años después de que viera la luz en los Talleres Gráficos de
Doscientas ochenta y cinco páginas que muestran según el propio Macisidor Ortiz, “la expresión del verdadero carácter del veracruzano, algo de su yo, de su alegre carácter, a esos cuya existencia ha contribuido para que se nos considere como un pueblo amante de la alegría, la jocosidad, la algaraza, la hospitalidad y sincera amistad que brindamos a todos aquellos que nos visitan y nos tratan”, situación que el historiador Bernardo García Díaz, señala en la primera mitad del siglo XX, cuando la ciudad se convirtió y “se asumió ella misma como sede de la música y la alegría, de la fiesta y el desenfado, como una ciudad hecha para celebrar la vida”, pese a las penurias económicas y la desigualdad social existente en esa época.
Con ello, Anselmo Mancisidor Ortiz, en cuarenta y dos entregas, nos permite recorrer salones, personajes, locos y anécdotas de un Veracruz mítico que da origen al Puerto de hoy, que cada visitante recrea y busca en sus calles, en sus cafés, en sus noches de danzón y son, atrapando fragmentos que intenta unir en cada recorrido, hasta que acaba quedándose a vivir como un ocupante más de este “manicómio con vista al mar”, como aquel memorable “Carnaval de Locos” de 1931 que puntualmente Mancisidor recoge en sus crónicas y que al igual que el entierro de Juan Carnaval de 1927, fueran producto del ingenio de Pepe Frade, cubano avecindado en el Puerto.
Bitácora de Carnavales, contiendas políticas y el ingenio propio de sus habitantes, Jarochilandia es un libro señero para la investigación de la cubanía en el Puerto y crónica histórica del acontecer en la primera mitad del siglo XX en Veracruz. Se presenta este jueves 27 de marzo, a las 18:00 horas, en la sede del Instituto Veracruzano de