Un día despierta convertido en un insecto gigante que nunca se menciona si es una cucaracha, pero se ve por la descripción que es un tipo de escarabajo que no se ha descubierto aún.
Lógicamente es una metáfora de la deshumanización y mercantilización que vivimos como sociedad desde hace siglos. Se siente extraño e incomprensible ese medio hostil e incongruente del gobierno actual en México, por ejemplo. Gobierno que espera la llamada del ingeniero más millonario del mundo para decirle en dónde va a poner su sucursal en nuestro territorio. Y va a generar empleos y mejorar la visión que tenemos aquí de la vida, que constantemente se está modificando.
Un gobierno que permite que los inmigrantes de Honduras (que impertinentemente critican nuestra comida al mendigar) actúen como si Gregorio Samsa hubiera asumido su condición de insecto y hubiera sobrevivido y seguido adelante. En lugar de morir de hambre, que lo encontró la señora que limpiaba la casa y lo tiró a la basura, como en la novela.
