Melquíades Sosa
Como previo a una corrida de toros buscando un boleto de entrada, en este momento ya se encuentran agotadas las camas en la mayoría de los hospitales de la ciudad de México, por si usted anda buscando alguna, y más que presagio, es la realidad del tamaño de animal que es la pandemia. Veremos como lo resuelve Sheinbaum.
Mientras aquí, en tierra jarocha, ¿sabrá el doctor Ramos Alor, que tiene entre sus filas un director, yo creo que debe tener a más con las mismas características, pero en este caso, un doctor que le vale madre una instrucción presidencial, y tiene trabajando a un médico senecto de 72 años, diabético e hipertenso en plena etapa 3 de la pandemia?, todo por beneficiar a su hermanito, quien también es médico y conquistador de señoras de su natal Naolinco de Victoria, en donde hasta la esposa, del director, tiene contrato en el mismo centro de trabajo. O ¿tal vez lo sepa la directora de recursos humanos de SESVER? Pues ojalá, porque eso de no acatar las instrucciones del patrón, sí esta cabrón; de por sí hay quien piensa que la cuarta transformación ya se acabó, con estos casos cerquitita de la gente, pues hasta los usuarios se preguntan ¿qué este médico no debería estar en cuarentena? Todos lo ven, menos el arrogante director.
Ya ven que ¿les dije que no todo era el Senado? La jugada con la renuncia a Aduanas es probable que se desoje por la alcaldía de la capital, ciudad de las flores, de donde ya fue inquilino, y parece lógico como camino a Roma, si ese es pasarse al palacio de enfrente en el 2024. Así los priistas deben estar tranquilos, que también harán alianzas con la cuarta que aunque agotada, empujará con sus aliados para mantener las cámaras y ganar alcaldías, y dejarán que las diferencias entre los propios azules sean el divisiosismo suficiente para que no levanten en el estado.
Queda la sospecha, el oportunismo, y hasta la mala intención de algunos, a quienes se les cuecen las habas por tener candidato a modo de sus intereses.
Para Morena el libanés será el hombre y el líder de las intermedias, para intentar volver a ganar distritos y alcaldías, a cambio de obtener su plataforma a la candidatura a la gobernatura.
Por eso Cuitláhuac ni se despeina, ni se preocupa, ya le van a mandar la infantería, que lo dejará terminar su periodo, porque no se le puede llamar mandato, manteniendo Xalapa para la causa, y recuperando el crédito perdido, sólo que con el prestigio prestado.
Que se pongan de acuerdo Esteban Moctezuma y López-Gatell para que coincidan con lo que informa el presidente, es un desmadre su comunicación. Cuídese mucho.
