Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
El contrato de compra-venta se cerró este martes
cuando la 4T compró al senador veracruzano Miguel Ángel Yunes Márquez, por una
módica credencial de Morena que lo acredita como miembro activo de ese partido,
en una ceremonia realizada en el recinto del Senado de la República convertido
(junto con la Cámara de Diputados), en centro de afiliación del partido guinda.
Con esta incorporación se selló el pacto de amistad
eterna, cooperación mutua, amor filial y no agresión entre Morena y los Yunes
de El Estero. Atrás quedaron las descalificaciones de Miguel Ángel papá a
Andrés Manuel López Obrador al que le dijo “Loco corrupto y vividor del
Sistema”. Y la de Miguel Ángel hijo que le gritó “viejo guango” desde la Plaza
Lerdo.
Atrás y en el olvido quedaron también las amenazas de Adán
Augusto López al jefe del clan: “O tu hijo vota por la reforma judicial o tu
irás a la cárcel”. Y las palabras de Fernández Noroña: “La corrupción en
Veracruz tiene nombre y apellido; se llama Miguel Ángel Yunes Linares”.
Este martes fue diferente.
Ambos arroparon y franquearon a su nuevo y distinguido
militante mientras éste hablaba con los reporteros. “Quiero expresar un gran
agradecimiento por el partido, con el coordinador, el señor Adán Augusto López,
con el presidente Gerardo Fernández Noroña, con mis compañeras y compañeros
senadores de Morena que me han abierto las puertas… me siento en casa”. Y tutti
contenti.
Bueno, no todos.
Acá en la aldea una furiosa Rocío Nahle escribió en
sus redes: “Pido a la Comisión de Honestidad y Justicia de @PartidoMorenaMx que
NO acrediten la membresía como integrante de MORENA a Miguel Ángel Yunes Márquez,
por no representar ni contar con los postulados del movimiento de regeneración.
¡¡Los militantes de Veracruz merecen respeto!!”.
La gobernadora agregó que haría llegar una solicitud a
presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, con pruebas sobre la
llamada “carpeta azul” en la que se vincula a Yunes Márquez con presuntos
delitos de lavado de dinero.
Pero el daño ya está hecho. MAYM ya es militante de
Morena y lo acredita una credencial que mostró a los reporteros y el aval de
Adán Augusto y Fernández Noroña.
Mientras la incorporación del senador a Morena ha sido
un escándalo para el partido en Veracruz, en el PAN estatal hay zozobra e
incertidumbre. No hay que olvidar que la mitad del partido le pertenece a Yunes
Linares y que su líder Federico Salomón Molina, que le debe el puesto, no mueve
un dedo dentro del partido sin consultar con el choleño.
¿Qué va a pasar con esa mitad de los blanquiazules, harán
su conversión al morenismo?
Veracruz se ha convertido en escenario de una lucha
sorda y soterrada entre Adán Augusto López que es vicepresidente de facto y
lleva como escudero a Gerardo Fernández Noroña y la presidenta Claudia
Sheinbaum que apoya a Rocío Nahle, pero aún no termina de tomar el poder
presidencial.
Y todo esto se da en medio de las elecciones
municipales que están a la vuelta de la esquina.
Rocío Nahle quiere ganar Veracruz y Boca del Río.
Yunes Linares quiere seguir siendo dueño de esos municipios y tiene a dos
candidatas fieles y de peso: Indira Rosales San Román para el puerto jarocho y
María Josefina Gamboa para Boca del Río. Mientras la gobernadora ha puesto
todas sus canicas en las candidaturas de Bertha Ahued para Boca y Rosa María
Espejo para Veracruz.
La guerra será bárbara.
Pero los Yunes ya dieron otro paso: primero traicionaron, luego se vendieron a
Morena mediante Miguel Ángel Yunes Márquez… y los compraron. ¿Qué sigue ahora?
Si mal no recuerdo lector, Yunes Linares tardó dos
años en adueñarse del PAN veracruzano, ¿cuánto tardará en hacer lo mismo con el
partido que fundó López Obrador?
Lo pregunto porque el clan de El Estero ya entró al
partido. Pero como aparte de traidores y vendidos su naturaleza es el
agandalle, nunca se conformarán con ser simples militantes de Morena.