DE PRIMERA MANO
*Cancelaciones vs democracia
Por Omar Zúñiga
Los debates entre candidatos a puestos de
elección popular es un ejercicio que se ha ganado a lo largo de los años en la
que aún se considera una joven democracia en nuestro país.
Los debates presidenciales, por ejemplo,
generan una gran expectativa por el simple hecho de ver a él y las candidatas
reunidos en un solo espacio.
Pero también porque hay un mayor espectro de
conocer propuestas y de su desarrollo frente a sus adversarios, su capacidad de
argumentación, el esgrima verbal de un buen tribuno, lenguaje corporal, su
conocimiento de los temas por supuesto y un largo etcétera, factores todos que
permiten conocer más a la persona que busca gobernar un país.
El domingo por cierto, se llevará a cabo el
tercer debate entre las candidatas y el candidato, hay que estar pendientes y
seguirlo.
Sucede lo mismo a nivel de los gobiernos de los
estados, aunque no es igual es lo mismo, pues todas las características
mencionadas se trasladan a las entidades, en este caso Veracruz.
Estos elementos permiten tener más información
y poder realizar un voto informado.
Por si fuera poco, nuestra joven democracia es
cara, y mucho, sin embargo, ha valido la pena; las alternancias son un hecho y
literalmente no ha sido gratis, pero es nuestra responsabilidad y también
nuestro derecho asistir a las urnas y emitir nuestro voto.
Todo esto viene a cuento porque también los candidatos
a diputados, sean federales o locales, están sujetos este derecho que se
convierte en obligación.
Al contraste de ideas, de propuestas, de darle
a conocer a su electorado lo que tiene pensado instrumentar de llegar al
Congreso.
A manera de observación, en administración,
cuando los recursos materiales o humanos que se destinan a cumplir un objetivo
no cumplen con éste, dejan de ser inversión y se convierten en gasto, ergo, es
dinero arrojado al bote de basura.
Pasa lo mismo con nuestros procesos
democráticos, el despliegue de recursos humanos y materiales para poder
realizar estos ejercicios democráticos es enorme.
Se realiza con ánimo, los viajes prolongados no
importan; existe emoción y nerviosismo de cumplir con la expectativa de que
todo salga bien, sin errores, cumplir el objetivo, pues, de estar a la altura.
Sin embargo, cuando el objetivo no se cumple,
el ánimo se convierte en desidia y la emoción en aburrimiento, pero sobre todo
en coraje, de saber que todo el despliegue que se ha hecho, ha sido en vano.
Es decir, que la inversión se convirtió en
gasto.
*****
Para documentar el optimismo, el martes pasado
14 de mayo, en la zona norte del estado, casa del distrito 1 de Pánuco, la
cabecera distrital más alejada de la capital (a unas 8 horas por tierra), el
debate pactado entre los candidatos a diputados al Congreso local tuvo que ser
cancelado, así nomás.
Sólo Fernando
Molina de FxM confirmó su participación, nadie más, no hay posibilidad de
debatir con una persona; como los diálogos, se necesitan al menos dos para
poderse concretar.
Pero también ocurrió el miércoles 15 de mayo
(Día del Maestro por cierto), en Tantoyuca, donde todo estaba dispuesto para
realizar el ansiado cruce de ideas, llegó Víctor
Cadena también de FxM, esperando a los demás, cuando finalmente arribó la
candidata de MC Yessica Damián, para
ponerse el micro, instalarse, hacer prueba de sonido y decir que siempre no,
“que si no hay más candidatos, me voy”…, y se fue.
Otro debate cancelado.
Y para chingarla de acabar, este jueves 16 en
Tuxpan, tampoco hubo debate, de los cuatro aspirantes que participaron en el
sorteo previo, sólo asistió uno, Raúl
Alejandro Cobos Salas, de MC.
Despliegue técnico y humano desperdiciados,
traducidos en miles de pesos tirados a la basura.
Hay que tener conciencia de todo lo que
implica, y los candidatos entender que además de un derecho es también una
responsabilidad consigo mismo y también con sus electores; pero también la gran
oportunidad de ponerse ante las cámaras y exponer sus ideas, para ellos y
ellas, es un foro que es gratis, lo único que les cuesta es prepararse bien,
llegar, explicar sus propuestas y debatir con sus adversarios, eso es todo.
Al final deberán hacerlo como diputados, subir
a tribuna, exponer sus ideas y confrontar adversarios políticos. Trabajo
parlamentario, le dicen (de nada).
Hay que aprovechar pues, los debates
organizados por el OPLE Veracruz, aprovechar la enorme inversión que se ha
hecho para cumplir con este derecho y obligación democrática.
Como propuesta a los próximos diputados, elevar
los debates electorales a rango de ley con grado de obligatoriedad, con una
sanción que impida deshacerse del compromiso, incluida la pérdida de su
registro como aspirante a un cargo de elección popular.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano@gmail.com