.Por: Bernardo Bellizzia Guzmán.
Los niveles de odio, rechazo, reprobación y desconfianza van creciendo como la espuma en contra del gobierno actual, de morena y por supuesto del propio Andrés Manuel López Obrador. Las cosas no le han salido nada bien a quien se dice el presidente más popular y cercano al pueblo de la historia reciente de México. Pero que los hechos demuestran lo contrario.
Y es que por mas que se nieguen las cosas y se maquillen las cifras la realidad es otra. La inseguridad se ha convertido en la némesis del gobierno actual y de todos los gobiernos morenistas. El alza en estadísticas en todos los rubros es una constante y alarmante situación para la ciudadanía que ha estas alturas se siente sola y desprotegida.
Andrés Manuel ha sido todo un fiasco como presidente, pero un as bajo la manga de morena como operador político. Porque eso si hay que decirlo no dejado de hacer campaña desde que llego a la presidencia. Es más, creo que no se ha enterado de que ya es presidente de México. Sigue montado en el templete del discurso para ganar simpatías electorales. Pero de gobernar nada de nada.
El riesgo que esto ocasiona para su partido y sin duda alguna para el propio presidente es que las cosas puedan complicársele en la elección presidencial y en varios Estados de la Republica mexicana. En donde los pésimos gobiernos tienen en la línea de la derrota a su partido político por los paupérrimos resultados de los gobernadores morenistas.
Pero vamos más allá ¿Cuántos de sus operadores podrán cerrar cicatrices en cada Estado después del proceso de selección de candidatos a gobernadores? Sin duda alguna habrá daños colaterales que no se podrán subsanar y que traerán como consecuencia la derrota de varios candidatos o candidatas morenistas. Y eso es algo que será inevitable.
Así que en resumidas cuentas no habrá liderazgo alguno que evite la derrota morenista en varias zonas del país y muy probablemente a novel nacional. Incluyendo desde luego la perdida del Congreso de la Unión y de varios congresos locales. Lo que traerá como consecuencia el equilibrio de poderes y permitirá una mejor distribución de la forma de gobernar. Y ojo con lo que viene para morena después del 24 ya sin Andrés Manuel. Las famosas tribus empezaran a desbalagarse y buscaran otros nichos de oportunidades en donde ellos puedan ejercer el liderazgo supremo ya sin la presión de un líder único y absoluto. Las cosas para los morenos pintan bastante mal. Ya lo verán. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com
