A principios de marzo, cuando Andrés Manuel López Obrador anunció que impulsaría un plan para proteger a los actores políticos que participan en el proceso electoral, habló para la grada, es decir, para quedar bien con sus fieles. Porque ese plan, si es que existe, ha resultado un fracaso.
Como es de todos sabido el diseño se lo encargó a la
secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez y…
El periodista Raymundo Riva Palacio, señaló que mes y
medio después y en reunión privada, la funcionaria le dio al Presidente un
diagnóstico ominoso: más de 200 contendientes habían sido amenazados por
cárteles de la droga y sus sicarios, y un alto número, que no precisó, se
encontraba en peligro de muerte. Pero lo más grave fue el reconocimiento de que
no era posible brindarles seguridad.
De entonces a la fecha López Obrador no ha vuelto a
tocar el tema, pero los actores políticos siguen cayendo asesinados y continúan
recibiendo amenazas sin que nadie los proteja.
De acuerdo con el informe de Rosa Icela, Veracruz es
el estado más peligroso para andar haciendo proselitismo político y por
desgracia no le falta razón; en menos de una semana se registraron dos
atentados.
La noche del pasado viernes en el municipio de
Cuitláhuac, fue atacada la casa de campaña del candidato a la alcaldía José
Said Castillo Blanco. Hombres armados entraron en la vivienda e hirieron de
gravedad al reportero Hugo Gutiérrez Porras encargado de prensa del candidato y
a otra persona de nombre Juan Jesús que recibió un par de rozones de bala.
La madrugada de este miércoles fue baleada la casa del
candidato a la alcaldía de Colipa, Francisco Gómez Villa además de un vehículo
con propaganda del candidato. Los hechos ocurrieron a las 4 de la madrugada sin
que hubiera heridos.
Como dato curioso, (si cabe la curiosidad en estos
casos) ambos municipios son de los más pobres de la entidad, ambos se
encuentran en la zona serrana y ambos candidatos pertenecen al partido estatal
Podemos de reciente creación.
Eso sí, muertos de miedo pero tanto José Said como
Francisco Gómez dijeron que seguirán en la brega. Aunque pidieron protección
policiaca que obviamente nadie les brindará.
Quien no aguantó la presión fue Rubén Salinas, candidato
del PAN a la alcaldía de Playa Vicente, al anunciar que dejaba de lado su
proselitismo y ya no haría campaña, aunque no renunciaría a la contienda.
“Después de una profunda reflexión he decidido dejar
de hacer campaña. Lamentablemente en este momento no hay garantías de seguridad
y no expondré la integridad de quienes me acompañan”, dijo en un video que
circuló en sus redes.
Aunque no aclaró si sufrió alguna amenaza, una fuente
cercana me dijo que sí lo amenazaron y de muy fea manera. De ahí que haya
decidido seguir en la contienda pero a distancia. “Con la pena pero con
permiso; mejor así de lejitos”, fue el epílogo de la respuesta.
Así no asesinen a ningún candidato de aquí al 6 de
junio, estas elecciones serán las más sangrientas y violentas de la historia
reciente. Más que antes y después de la Revolución y más que en los tiempos del
PRI.
Todo esto ante la pasividad, indolencia, irresponsabilidad
y valemadrismo de un Presidente de la República y un Gobernador de Veracruz,
que miran pasar la vida desde la ventana de la impunidad mientras dejan a sus
gobernados (candidatos incluidos), a expensas de la delincuencia.
Elecciones
2021
QUE AÚN SIN YUNES GANARÁN. Me comentan desde Veracruz
que el que le hayan quitado la candidatura a la alcaldía de ese puerto a Miguel
Ángel Yunes Márquez, no ha debilitado la coalición Veracruz Va en aquella
ciudad. Primero porque el líder nacional del PAN Marko Cortés, dijo que en
breve se nombrará un candidato sustituto y provisional que cumplirá con el
requisito que marca la ley y entregará la candidatura a Yunes Márquez si el
TEPJF así lo determina. Pero en caso contrario (y aquí viene lo interesante), como
quiera que sea la alianza PAN, PRI, PRD tiene el triunfo asegurado con
cualquier candidato, y además se llevará la sindicatura y la mayoría de las
regidurías. Esto de acuerdo a sondeos serios realizados por todos los partidos
que están en la competencia incluido Morena. Si esto es cierto, el partido de
Andrés Manuel tendrá que esperar cuatro años o más para saber qué se siente
gobernar el puerto más importante del país.
ESTÁN ENCARCELADOS PERO VAN GANANDO. A mediados de abril y poco antes de
que lo detuvieran, Nicolás Ruiz Roset, candidato de la alianza Veracruz Va a la
alcaldía de Minatitlán, iba arriba en las encuestas con un 30% de las
preferencias, contra un 26.2% de la candidata de Morena, Carmen Medel. Un mes
después y ya encarcelado en una prisión oaxaqueña, tiene el 38.4% de las
preferencias sobre doña Carmen que cayó al 24.7%. Algo muy parecido sucede con
el candidato a la alcaldía de Tihuatlán, Gregorio Gómez, que fue sacado con
violencia de su trabajo por agentes de la Fiscalía Estatal. Goyo tenía el 27 de
abril una aprobación del 33% mientras el candidato de Morena Jorge Enrique
Romero contaba con el 14.7%. A Goyo le echaron un año de prisión preventiva pero
a pesar de ello, en las encuestas del 13 de mayo su porcentaje de aprobación
aumentó a 39% por un magro 17% que tiene Jorge Enrique. Un dato extra; en ambos
municipios la alianza Veracruz Va puede ganar la mayoría de las regidurías. Qué
cosas tiene la vida, diría un clásico. ¿CÓMO VA TUXPAN? Como en los grandes
hándicaps la carrera por la presidencia municipal en el puerto de los bellos
atardeceres se pone interesante. El candidato panista José de Jesús Mancha
Alarcón va punteando a buen galope, seguido por el abanderado del PVEM Alberto
Silva Ramos. Pero la sorpresa la está dando el candidato de Fuerza por México,
Alejandro Alarcón González, un médico veterinario por el que hace dos semanas
nadie daba un cacahuate, pero que marcha en tercer lugar y sigue avanzando.
Quien se está desfondando es José Manuel Pozos Castro abanderado de Morena, pues
al parecer se le acabó el gas. El final entre los tres primeros, me dicen, será
de fotografía.