Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Este martes, pasaditas las tres de la tarde, Marlon
Ramírez y Arianna Ángeles Aguirre, recibieron su constancia de mayoría y fueron
declarados vencedores en el inédito proceso electoral por la dirigencia estatal
que se llevó a cabo en el PRI.
La fórmula Marlon-Arianna obtuvo 21 mil 810 votos para
su causa; 15 mil 173 más que sus inmediatos perseguidores que lograron 6 mil
637 sufragios. Por lo que su triunfo fue inobjetable y no hay vuelta de hoja.
¿Qué pasó con los demás contendientes?
Adolfo
Ramírez y Silvia Domínguez
Esta fórmula era la combinación perfecta de juventud y
experiencia siempre y cuando doña Silvia hubiera ido como aspirante al
liderazgo del PRI y no al revés. A mitad de la contienda Adolfo sacó a relucir
su inmadurez al alegar trampa, corrupción y fraude con el padrón electoral.
Quedarán para la historia sus rabietas frente a los
miembros de la Comisión de Procesos Internos a los que les dijo de todo.
Su fórmula obtuvo el segundo lugar y anunció que
impugnará. Pero impugnaciones aparte a quien menos quieren los priistas como
líder es a un chamaco berrinchudo. Por lo que en el hipotético caso de que se
llegue a repetir la elección, Adolfo nunca alcanzará la presidencia.
Puede que lo logre más adelante… cuando madure un
poco.
Damara
Gómez y Eligio Morales
A pesar de que lograron el tercer lugar, esta fórmula
estaba condenada al fracaso desde que se formó porque todo mundo se dio cuenta
de quién la patrocinaba.
Políticamente hablando Damara ha estado a la sombra de
la expresidenta del PRI Elízabeth Morales, y esa es su única virtud. Es
atrabancada y atolondrada; carece de un discurso propio y la mayoría de las
veces sus emociones le ganan a su cerebro. Causa pena escucharla hablar en
público porque se atropella con las palabras y no termina una idea cuando ya
está saltando a otra.
Para que no quedara duda que atrás de esa fórmula
estaba Elízabeth, el aspirante a la Secretaría General fue don Eligio Morales… su
papá.
Los priistas, que lo que más desean es limpiarse la
cara aunque sea un poquito, dijeron “no gracias” y sufragaron por otras
opciones.
Carlos
Aceves y Marilda Rodríguez
Fue quizá la fórmula más fresca de esta contienda. Sin
un pasado tormentoso sobre sus espaldas estos jóvenes políticos hicieron un
buen papel, pero les faltó más trabajo de campo con los militantes. A diferencia
de sus contrincantes que contaron con apoyos, Carlos y Marilda compitieron
solos y casi sin recursos.
Sí, es cierto, Carlos Aceves del Olmo líder nacional
de la CTM, estuvo en Veracruz para apoyar a su sobrino. Pero el apoyo fue moral,
y una contienda política se gana con algo más que cariño y buenas intenciones.
Con todo, Carlos y Marilda nunca perdieron el
entusiasmo y tras conocer el resultado se mostraron serenos. No hubo quejas,
lamentos ni rabietas. Por el contrario, actuaron con madurez y civilidad al
reconocer el triunfo de sus adversarios a los que acompañaron a testificar la
entrega de la constancia de mayoría.
“Competimos con honestidad y ni hablar, perdimos. Pero
vamos otra vez para adelante”, dijeron al término de la contienda.
Ambos son jóvenes e hicieron amigos con los que podrán
establecer alianzas más adelante. Además, saben que llegarán hasta donde se lo
propongan.
Conclusiones
¿Hubo irregularidades en el proceso? Sí, si las hubo.
Las trácalas no se pueden erradicar de un día para otro después de 90 años de
practicarlas. Habrá impugnaciones, pero es difícil que echen abajo el resultado
final.
Si es inteligente, que lo es, Elízabeth Morales habrá leído
muy bien el mensaje: ya no la quieren en el PRI porque representa todo lo que
los priistas desean olvidar.
En contrapunto, este proceso dio a conocer a mujeres que
tendrán un papel preponderante en el futuro del tricolor y de Veracruz.
Arianna Ángeles Aguirre la nueva Secretaria General,
es una joven que comenzó su carrera política en su natal Tlalnelhuayocan donde
fue alcaldesa de 2014 a 2017. Es inteligente, carismática y conciliadora. Marlon
Ramírez tendrá en ella a la perfecta aliada para recomponer al traqueteado
partido.
Marilda Rodríguez fue alcaldesa en Vega de Alatorre
donde hizo un excelente papel. Durante su campaña por la Secretaría General del
PRI se caracterizó por su entusiasmo lo mismo en los mítines que en el trabajo
de escritorio. Cuando supo el resultado de la contienda dijo: “Acaba de
terminar una etapa, pero en este momento comienza otra”. Y puedes apostar a que
así será, lector. Marilda Rodríguez no es de las que se dan por vencidas.
La aún presidenta del PRI, Lillian Zepahua, pasará a
la historia como la lideresa a la que le tocó afrontar un proceso interno
inédito en el partido y lo sacó adelante. Mujer callada y reservada pero
inteligente, Lillian sabe que su carrera política no terminará cuando entregue
la presidencia de su partido. Hay futuro para ella más adelante.
Reitero, estas tres mujeres junto con Lorena Piñón,
aspirante a la presidencia nacional del tricolor, darán mucho de qué hablar
para bien de la entidad en un futuro cercano.