Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Una encuesta que circula desde el viernes firmada por
la encuestadora GobernArte y que algunos sugieren fue pagada por los Yunes de
El Estero, pone a Fernando Yunes Márquez en los cuernos de la luna rumbo al
2025. Y es que a la pregunta: “De las siguientes opciones ¿quién cree que
debería ser el/la candidato/a del PAN para el cargo de Presidente Municipal de
Veracruz?”, Fernando se lleva de calle a otros cuatro suspirantes: tres hombres
y una mujer.
Según GobernArte, Fernando va arriba con el 23.5 por
ciento de las preferencias, seguido de Miguel Hermida Copado con el 18.9 por
ciento; Gerardo Loya Romero con el 12.4; Verónica Pulido Herrera con el 6.4 y
Bingen Rementería con el 5.3 por ciento. Hay además un 8.5 por ciento que
votará por otro candidato y un 25 por ciento que aún no decide su voto.
Alguien me dijo que si Fernando recibe el apoyo de un
5 de ese 25 por ciento de indecisos “con eso la habrá hecho”.
¿Será?
A leguas se ve
que el sondeo fue realizado con panistas cercanísimos a los Yunes de El Estero,
por lo que Fernando no tuvo ningún problema para obtener ese porcentaje de
aceptación. Pero si en efecto quiere la candidatura y sobre todo, ganar la
alcaldía, deberá convencer a dos tercios de los blanquiazules y al menos a 100
mil veracruzanos. Lo que se ve muy cuesta arriba, sobre todo después de lo que
pasó con su hermano y su padre que desde septiembre cargan con el sambenito de
traidores.
Quizá Fernando no sea un traidor, pero es hermano e
hijo de dos individuos acusados de traidores y eso afecta a toda una familia
incluso por generaciones. Además, carga con el descrédito de haber hecho
chanchullo con documentos oficiales para que su hermano Miguel Ángel fuera candidato
a la alcaldía de Veracruz.
Si columnista, puede que tengas razón, pero Morena
debe pagarles el precio de su traición.
Ya se los pagó y con creces al respetarles sus
propiedades y mantener en libertad a Miguel Ángel Yunes Linares, que estaría en
prisión (presuntamente por ladrón), si su hijo hubiera votado contra la reforma
judicial.
La encuesta tiene otra pregunta cuya respuesta casi
nulifica cualquier oportunidad de que los Yunes de El Estero sigan como amos
del puerto jarocho: ¿Por qué partido votaría si hoy fueran las elecciones a
presidente municipal en Veracruz? Y hay seis opciones: Morena que se lleva el 36.1
de las preferencias, lejos del PAN que va en segundo lugar con el 22. 3 por
ciento. Y en las antípodas están el PRI con el 9.2 por ciento; PVEM con el 6.5;
Movimiento Ciudadano con el 5.4 y el PT con el 2.4 por ciento. Y aquí no hay indecisos ya que el 18.1 por
ciento restante dijo que no votará por nadie.
Basado en la encuesta, si hoy fueran las elecciones
Morena y sus aliados del PVEM y PT obtendrían el 45 por ciento de los
sufragios. Inalcanzables para el PAN y el PRI que se quedarían con el 31.5 por
ciento si van en coalición.
Ah, porque ese es otro rollo.
A nivel nacional el PAN ya dijo que no quiere nada con
el PRI, pero a nivel municipal tendrán que aliarse o serán borrados del mapa.
Y esto me lo confirmó un priista: “Sí habrá alianza
PAN y PRI en algunos municipios y uno de ellos será Veracruz, siempre y cuando
no sea candidato un Yunes del El Estero. Y esto es por dos razones sustantivas:
porque llevan más de veinte años como dueños del puerto y ya hartaron a la raza
jarocha. Y porque nadie confía en los traidores o en sus familiares”.
¿Qué busca Fernando con una encuesta difícil de creer?
Sin duda seguir vigente a pesar de su padre y de su
hermano lo que suena coherente. Pero si lo que desea es el apoyo de Morena para
volver a ser alcalde qué perdido anda.
La mesa está más que puesta para que el partido guinda
se quede con Veracruz y lo gobierne un moreno o morena de pura cepa, no un
advenedizo. Por lo que hay que insistir en la pregunta: ¿Qué pitos pita
Fernando si no tiene la mínima posibilidad?
La respuesta me la dio un viejo analista político.
“No es Fernando, son su padre y su hermano los que
piensan agarrarse de él para sobrevivir al vendaval que se les vino encima,
porque política, ética y moralmente están muertos y enterrados”.
Quizá tenga razón el analista, pero para este tu
servidor lector, el trabajo de GobernArte es una encuesta para engañar a bobos.
Bobos que felizmente son una especie en extinción en Veracruz.