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sábado, 21 de octubre de 2023

PINCELADAS DE UN NUEVO MODELO ECONÓMICO-POLÍTICO Y SOCIAL

 SABERES Y SABORES

RUAN ÁNGEL BADILLO LAGOS

La primera preocupación del socialismo es educar con las costumbres; intenta atraer bajo capa de amistad a los niños para arrastrarlos consigo, pero se extiende también a todas las clases, mientras se apoya en la sociedad formada según sus principios. Busca construir una sociedad basada en la igualdad, en la equidad económica, así como en la cooperación moral. Si acaso, el socialismo, con todos los errores, tiene una parte de verdad, sin embargo, parece que ignoran los gravísimos peligros que trae consigo.

La parte que se ha quedado con el nombre del socialismo moderado confiesa que debe abstenerse de toda violencia, sin rechazar la lucha de clases y la abolición de la propiedad; suaviza y modera este hecho sutilmente. No se puede negar que sus reivindicaciones se acercan más a los principios morales, proponiendo reformar a la sociedad.

La economía debe ajustarse a las normas de la justicia social sin violar el recto orden de ésta; por ello, cuando el capital esclaviza a la clase proletaria como fin, está despreciando la dignidad humana. Aunque es verdad que no es éste el único modelo vigente de la organización económica, se ha convertido en una economía dura, cruel e implacable. Por otra parte, el gobierno actual pretende implantar un socialismo moderado de igualdad de clases; ante ambos escollos, el individualismo capitalista y el socialismo para todos, se debe tener presente el doble carácter de lo individual y lo social para considerar un nuevo régimen. A su vez, las relaciones que anulan el uno al otro deben ser reguladas por las leyes con las cuales impere la justicia social, con un “equilibrio” que debe estar apoyado en el respeto y en el desarrollo humano justo y razonable.

Finalmente, todos los organismos instituciones deben acomodar a la sociedad y visibilizar las exigencias del bien común, es decir, impartir justicia social. Del capitalismo y socialismo debe salir un nuevo modelo que dé lugar a ambos. Ahora bien, esta mitigación tendrá que ir esclareciéndose y asumir los riesgos, esfuerzos, así como el impacto que derive de todo ello. Estos postulados deben promoverse más eficazmente por la virtud, la dignidad del hombre y el desarrollo humano. Quiero mencionar que no se trata de que el socialismo modere suavice lo tocante a la lucha de clases, sino de cambiar sus falsas doctrinas para “renacer con un nuevo modelo” social-capitalista.

Este nuevo modelo, hasta ahora poco conocido, puede ser factible y responder a las exigencias políticas, económicas y sociales; esta restauración social tan deseada debe preceder la renovación profunda del hombre, el cual se ha apartado desgraciadamente de lo esencial para trascender; de lo contrario, todos los esfuerzos serán estériles y el edificio se asentará no sobre roca, sino sobre “arena movediza”.

Ciertamente, la caridad debe considerarse como prioritaria, por ello, la justicia sola, aun observada puntualmente, no es capaz de estrechar los corazones y de enlazar los ánimos. En efecto, la caridad es la esencia de la justicia social y fruto de ello será la paz, la concordia y el bienestar.