v La reseña se publicó en la primera plana de
El Dictamen
v Una exclusiva que ningún otro medio pudo
cubrir
Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez
Una
de las experiencias inolvidables como periodista, fue la que me tocó vivir en
el año d 1975, recién egresado de la Facultad de Periodismo en el puerto de
Veracruz, cuando tuvimos la oportunidad de estar a bordo del buque insignia de
la marina británica el barco Britania, residencia oficial de la Reina Isabel II
en sus viajes al extranjero.
El
día antes de la visita a Veracruz de la reina Isabel II acompañada de su esposo
el príncipe Felipe, acompañando a nuestro querido maestro Alfonso Valencia Ríos
al muelle del malecón para dar cobertura para el periódico El Dictamen, Silvio
Lagos Martínez entonces secretario de Turismo estaba checando la lista de los
invitados a subir al buque y le invitó al maestro a subir para entrevistar a
los secretarios de estado y empresarios que acudían, pero como tenía más
actividades que cubrir, le dijo que la fotógrafa Soledad Ricartes y yo éramos
los acreditados para subir.
Pero
al llegar a la borda había un segundo filtro de invitados, en donde cuando
vieron que Soledad Ricarte llevaba su cámara, la regresaron porque no estaba permitida
la presencia de periodistas a bordo del barco. Entonces nosotros nos colamos
por atrás de la fila y pudimos pasar a la cubierta con el resto de los
asistentes.
Ahí nos
repartieron un folleto donde explicaba las normas y reglas que tenían que
seguirse a bordo del Britania, entre otras, la de que no se permitía la
presencia de reporteros, pero que si era abordado por alguno, podía hacerlo
saber a un oficial para retirarlo.
A
bordo del Britania, navegamos mar adentro a unos cuantos kilómetros, en donde
se hizo una demostración de las medidas de seguridad de la embarcación,
consistente en tender un cable hacia otro barco que también acompañaba al buque,
para trasladar a alguna persona. Era impresionante ver a un marino sujetado a
un chaleco, cruzar con una charola en la mano, llevando una copa con agua sin derramar,
estando los dos navíos en movimiento. El capitán preguntó si alguno de los
invitados quería hacer el traslado a la otra embarcación y el entonces
secretario de Hacienda, José López Portillo dijo que el lo haría, pero
seguramente cuando se enteraron que era miembro del gabinete presidencial, le
dijeron que mejor en otra ocasión.
De
regreso de la exhibición, nos dieron un recorrido por todo el barco, inclusive
pasamos por el camarote de la reina Isabel que tenía la puerta abierta para que
pudiéramos ver los detalles, como el escritorio donde podía escribir algún mensaje.
Al
llegar al comedor, nos invitaron a comer, todavía conservo el papel con el menú
que nos dieron y fue la única vez que he comido con cubiertos de plata y con el
escudo real de la casa británica.
Antes
de bajar del barco, el capitán del Britania nos entregó a cada uno de los
pasajeros un cuadro tallado en madera con el logo del barco.
Fuimos
el único medio de comunicación veracruzano y nacional que tuvimos la
oportunidad de ser testigos de ese acontecimiento, que formó parte de la
historia de la visita de la Reina Isabel II y el príncipe Felipe a nuestro país.
Regresamos
a la redacción de El Dictamen por la tarde, para redactar la reseña del barco,
en donde al día siguiente, ya en petit comité, el entonces presidente Luis
Echeverría sería el invitado de honor a una cena con la reina y sus acompañantes.
Pudimos
narrar todos los detalles del barco Britania, que en ese tiempo era el buque
insignia de la armada que acompañaba a la reina en todos sus viajes por el
mundo, ya que en ocasiones la monarca británica iba a bordo en alguna travesía.
La
nota se publicó al día siguiente, en la primera plana del Decano de la Prensa
Nacional, bajo el título de “Recepción al Presidente y su esposa en el Britania”
fue la segunda en importancia luego de la de ocho columnas, que era
precisamente la de la llegada de la reina Isabel al puerto de Veracruz el sábado
1 de marzo de 1975.
Esa
fue una de las muchas experiencias que me tocó vivir como aprendiz de
reportero, con mi querido y siempre recordado maestro Alfonso Valencia Rios,
jefe de información del Decano de la Prensa Nacional, quien en la edición del día siguiente aparece en una foto cuando es presentado a la reina por el alcalde de Veracruz, Juan Maldonado Pereda.
Todo
esto lo volví a recordar ahora que se dio a conocer la noticia de la muerte de
la reina británica.
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