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viernes, 3 de diciembre de 2021

Posicionamiento de Plataforma para la Refundación del Partido Revolucionario Institucional










La Asamblea Nacional del PRI ante los desafíos nacionales.

Presentación.

México es un país dividido desde su nacimiento y nuestra lucha consiste en evitar que así siga siendo. Conquistadores y conquistados. Españoles, criollos o naturales. Razas enfrentadas y categorías de los que podían ser ciudadanos y los que no. La Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana, sin embargo, han tratado de orientar y evitar la división, convocando a todos a construir la Nación con unidad, en la diversidad.


El (PNR,PRM) PRI lo entendió y convocó, desde hace más de 100 años, a que la diversidad fuera encausada por canales legales e institucionales y que privilegiaran el acuerdo y la construcción de un frente común, en vez de hacer de la división una voluntad que avasallara a cualquiera otra. Dividir, en el fondo, es tratar de manipular a una parte de los mexicanos en contra de los otros, aunque seamos uno mismo, bajo nuestra bandera y nuestros símbolos nacionales, los que son oficiales y los que son parte de nuestra cultura y nuestras preferencias.


Con esa voluntad y convicción, México construyó durante casi todo el siglo XX, instituciones encomiables para la resolución de su único y verdadero problema: la desigualdad y la pobreza.


Nuestro país no podría ser uno en el que la mitad fuera beneficiaria de la modernidad y del desarrollo y la otra estuviera al margen. No podría ser un espacio en el que la educación, la salud y el desarrollo económico solo llegara a unos y abandonara a los otros. Por ello se construyeron instituciones como el IMSS, el ISSSTE, el INFONAVIT, la Educación gratuita, los tribunales laborales y el fortalecimiento del Poder Judicial, los Órganos Autónomos del Estado, de resolución de conflictos y defensa de derechos y; sobre todo, el INE para que quién fuera legitimo pudiera establecer políticas de unidad y de combate a nuestro problema más acucioso: la desigualdad.


El PRI ha sabido siempre que la democracia otorga legitimidad, pero no otorga razón e impunidad. Es en el ejercicio de la ley, que la impunidad se combate y la desigualdad se ordena y se resuelve, pero sólo ahí. No con liderazgos incuestionables y no con políticas clientelares. Somos tan diversos y tan desiguales, que sólo con un texto aceptado por todos podemos darnos orden y futuro, la Constitución y su respeto y acatamiento irrestricto. Lo demás queda en manos de mesiánicos y advenedizos con buenas razones: Una fatalidad.


Lo que hoy es el PRI, nació hace mas de noventa años como la expresión politica del derecho a disentir; su identificación con los movimientos y las ideas que generaron la lucha por la Independencia, la Guerra de la Reforma y la Revolución Mexicana lo colocaron en el lado de las conductas y actitudes por la libertad, soberanía, igualdad, justicia y paz.


Durante décadas el PRI desde los gobiernos que encabezó, logró hacer programa sus ideales y, las necesidades de la población en programa del Partido. Durante setenta y seis años el proyecto de nación se formó en el pensamiento de mujeres y hombres que soñaron con una sociedad mas igualitaria, competitiva y dentro de la modernidad mundial.


Con esa vocación y congruencia democráticas se lograron los derechos laborales y agrarios, el crecimiento de clases populares y la consolidación de una clase media que le dio perspectiva al mercado interno y construyó una visión aspiracional legitima para mejorar y construir una nación que no fuera dividida, sino aceptando su diversidad. La educación contó con instituciones que garantizan la cobertura universal, la gratuidad y la excelencia. También se logró un legado de talla mundial como la seguridad social, el acceso a la salud, la pensión y la jubilación de los trabajadores del gobierno y los afiliados al sistema del Seguro Social.


No podemos omitir las aportaciones a la democracia otorgando el voto a la mujer, reduciendo la edad de la ciudadanía y ampliando sus derechos ciudadanos, la edificación de una institución del Estado Mexicano que defienda del poder publico a la democracia, edifique una ciudadanía con plena cultura politica y sea arbitro eficiente con instrumentos jurídicos eficaces para el cumplimiento de la norma y el desarrollo democrático de toda la sociedad en su conjunto. El INE es, en la ingeniera política, nuestra institución fundamental. No resuelve la pobreza o la desigualdad, pero le da legitimidad a quien quiera hacerlo y quien quiera proponérselo. De ese tamaño es su importancia.


Sí, también hay que decirlo de frente y con toda claridad: el Partido Revolucionario Institucional tiene una responsabilidad histórica en fracasos económicos, etapas oscuras de autoritarismo y en una deuda con millones de pobres, quienes, a pesar de todos los esfuerzos, aun viven días de dificultades y negándoseles el acceso a los derechos básicos, elementales de todo ser humano. 


Hemos tenido aciertos que dan seguridad económica, política y social a la vida de los mexicanos, pero también, hemos dejado una estela de miseria, violencia y desigualdad que merecen de todos nuestros esfuerzos, compromisos y voluntades para poder revertirlos y tener una nación mas justa, equitativa y con certeza sobre su futuro. Sin embargo, la lucha no es contra otros mexicanos, es la lucha por lograr objetivos concretos que quieren revertir la pobreza y la desigualdad.


Hoy nuevos y graves desafíos amenazan a la democracia, la convivencia y la tranquilidad de todos nosotros. Desde el poder público se tejen políticas que colocan a las instituciones del Estado como comunidades que deberían estar al servicio del gobernante en turno haciendo a un lado sus obligaciones constitucionales y ejerciendo funciones que suplen al poder civil. 


La violencia y sus expresiones organizadas han tomado regiones amplias del territorio nacional colocando a la autoridad de rodillas ante la delincuencia y al ciudadano en franca indefensión. La economía esta en pleno receso y no se ve que el gobierno tenga la voluntad de reconocerlo y por añadidura resolver la inflación, el desempleo y la imparable deuda del gobierno federal.


Por último, la pandemia nos coloca frente a paradigmas y escenarios individuales y colectivos que hace tres años ni siquiera imaginábamos. 


Estamos ante retos en todos los ordenes de la colectividad nacional que exigen imaginación, innovación y reinvención para poder aportar soluciones que conciten al consenso y a la construcción de un nuevo acuerdo nacional que, reconociendo y fortaleciendo lo que funciona, mejore y sustituya lo que está agotado, sea insuficiente o, de plano, no forma parte del México de este siglo.


El presente documento son las ideas, pensamientos y anhelos de un grupo de mujeres y hombres comprometidos con el presente y con propósitos claros sobre el futuro que deseamos. Partimos del reconocimiento de que el modelo de participación y los temas de la 23 Asamblea Nacional a la que convocó el Comité Nacional del PRI no solo son insuficientes y limitados, sino que además carecieron del valor por diagnosticar los problemas que vivimos y de la valentía por aportar soluciones de gran calado, amplia visión para que la transformación no sólo sea un dogma o un lema publicitario, sino que sea, de una vez por todas, una reforma profunda en el ejercicio del poder, de la administración publica y el levantamiento de nuevas instituciones que resuelvan de fondo, todo lo que lacera a todos los mexicanos. Tramposamente, esta Asamblea abrió una categoría inexistente: la de acuerdos vinculatorios. ¿Qué significan? ¿Que lo que se discuta, pase por encima de nuestras normas y nuestras convicciones? Definitivamente: NO


Estas son nuestras ideas, así pensamos y de esta forma aportamos un grano de arena en la recuperación de la sociedad. El país no puede escurrírsenos entre los dedos de la mano, como dijo el expresidente de la Madrid en 1982: estamos a tiempo de convocar a la unidad de un proyecto conjunto y de una visión de estado que nos permita a todos contribuir en lo que somos y en lo que hacemos. La división, sólo abonará, temporalmente a un grupo, pero no será nación, sino el triunfo engañoso de una parte, para que se perpetúen en el poder unos mesiánicos que creen que tienen la razón por encima de la Nación entera.


Quiénes somos.

Somos una coalición de mujeres y hombres que tenemos una tarea fundamental que es la actividad ideológica: debatir contra las adicciones ideológicas de aquellos que se oponen al proceso evolutivo de la Nación; vencer resistencias fundadas en la popularidad y no en los resultados, precisar y llevar a sus últimas consecuencias los principios y valores de la democracia, contribuir  de manera determinante en la construcción de una ciudadanía con conocimiento, conectividad, acceso a las ideas y ejercicio pleno de sus libertades individuales y derechos colectivos de manera que se convierta cada vez más en el pensamiento que respeta la diferencia, fortalece la pluralidad, reinventa la politica y se transparenta en todos sus actos.


Estamos comprometidos a practicar un dialogo constante con todos, sin detenernos por la forma como piensan; tenemos confianza en nuestras ideas, mismas que consolidan nuestra identidad y sentido de pertenencia; estamos preparados para escribir y hablar, ganar los debates, conquistar todos los espacios políticos; realizar conversatorios con los campesinos, con los obreros, académicos, profesionistas, artistas, de manera especial con la clase media, últimamente despreciada y atacada desde el pináculo del poder ejecutivo federal. Llevar la política a todas partes, aprovechar, citando a Jesús Reyes Heroles “La fuerza de la política, que es, en el fondo, nuestra mayor fuerza.”


Nos declaramos en defensores de la política; queremos hacer mejor política y nos proponemos acabar con la politiquería: esa que se proclama en las mañanas como inicio del día de las cosas importantes, cuando ha sido un distractor de las cosas fundamentales, la que cree que se identifica con todos, pero no se compromete con alguien. Estamos contra la degradación de la politica y el juicio sumario contra quienes la practicamos. La verdadera política es la de decir lo que se piensa, pensar lo que se dice y actuar en consecuencia, todo lo que está más allá de este principio no es política, tampoco grilla, es populismo que alcanza niveles de dictadura.


No hemos fijado el propósito de participar en la consolidación de una base social que tenga identidad con su dirigencia y en una dirigencia que sea empática con las necesidades, carencias y aspiraciones de su base social. Trabajamos para encontrar soluciones con la base militante antes de intentar arreglos con la cúpula.


Las coincidencias de los militantes del Partido son el fundamento para construir un equilibrio firme, de largo plazo, que represente con fidelidad los acuerdos y consensos de su clase política, somos promotores convencidos y profundamente comprometidos en que el equilibrio político, que es la unidad de propósitos. Contamos con elementos comunes ideológicos y pragmáticos que hacen sólida la unidad de nuestro Partido; pero debemos ser cautos y valientes frente a tendencias negativas que actúan más allá de la institución y que pretenden que la unidad incurra en la inmovilidad, que practiquemos el colaboracionismo y nos mareemos irresponsablemente, en el canto palaciego de quienes le apuestan más a nuestra división y confrontación que a la consolidación de una institución politica con una alternativa de proyecto de nación. 


Los partidos deben ser unidad en la diversidad, como el país debe reconocerse diverso, pero con un objetivo verdaderamente compartido.

 

 

Qué representamos.

Somos parcialmente representativos de una cascada de ideas, propósitos y acciones que están fundamentados por nuestra historia, participación política individual, experiencia y conocimiento de las múltiples responsabilidades de dirección política y responsabilidad en la administración pública, así como en la representación en los órganos legislativos.


Nos asumimos como los representantes y poseedores de una voluntad profunda a favor de la Refundación del Partido Revolucionario Institucional. En defensa, sencillamente de la democracia representativa, democrática y federal como consigna nuestra constitución.


La refundación que proponemos nace de nuestra historia y del reconocimiento de lo que somos y de lo que queremos ser. También se sostiene en la aceptación de que existen espacios que aún funcionan, pero hay otros que francamente deben de evolucionar o de plano desaparecer. Pero principalmente, totalmente alejados de cualquier sombra de dogmatismo o fanatismo político, declaramos que nuestra voluntad de refundación tiene el objetivo principal de rescatar la calidad democrática de nuestro instituto político.


Y empezamos por decir enfáticamente, que el PRI es de todos; no de la dirigencia en turno que la liderea. El PRI, es un espacio político reconocido como entidad de interés público, no es una empresa, no es una institución religiosa, ni mucho menos una oligarquía. Jamás lo ha sido y cuando se ha intentado, como ahora, siempre ha existido una militancia esforzada y valiente para evitarlo, logrando sus propósitos.

Vamos por la refundación, esta premisa es lo más revolucionario que hoy puede existir, vamos contra una burocracia sin identidad, vamos en contra de presuntos liderazgos sin base social ni militancia, vamos en contra del uso faccioso de los estatutos que solo pretenden formar una dirección lejana a cultura política, la aceptación de la pluralidad y totalmente fuera de la realidad que vive nuestro partido en el territorio nacional.


A manera de una incipiente conclusión. Representamos los mas elevados ideales de unidad política, sin este principio en nuestra vocación política no tendría sentido nuestra participación en luchar por la refundación de algo que sea mejor a lo que hoy tenemos. Por esta razón queremos insistir: nuestra lucha no es contra personas, dirigencia, ni personajes. Estamos totalmente convencidos de que nuestra lucha política es en contra de un estado político, qué ve en la promoción de la división, - porque no le da a los mexicanos alternativas de pensamiento y desarrollo político, práctico e ideológico- clausura el liderazgo en la solución de los problemas, o en la influencia en la gestión de soluciones ante los poderes de la unión.


Ni por asomo estamos de acuerdo en ser un satélite del gobierno; una bancada legislativa colaboracionista; ni una dirigencia política que tenga mas dialogo con el gobierno que pretende cooptarnos, que con la militancia que reclama ser atendida, escuchada, entendida y respetada. Nos resistimos, con todas nuestras capacidades, a ser la comparsa de otros partidos políticos para alcanzar el ejercicio del poder, ciertamente no. Queremos y por ello trabajamos en ser la fuerza política suficiente en todos los municipios, estados y la nación que se represente así misma y sea una puerta al diálogo, al entendimiento, la construcción de consensos y el logro de objetivos comunes.

Estos son los principios fundamentales de nuestra vocación por la Refundación que representamos y anhelamos ejercer desde nuestro Instituto Político:

Los principios y valores de la democracia.

La soberanía popular y democracia representativa.

El principio de la mayoría y la defensa de los derechos de las minorías.

Las libertades democráticas.

La igualdad política de la democracia.

La fraternidad como valor democrático, dentro de nuestro país, no como una ambigua fraternidad universal.

Democracia, racionalidad y cooperación.

Pluralismo, tolerancia y derechos individuales.

Competencia regulada

Principio de mayoría.

Derechos de las minorías.

Legalidad.

Igualdad.

Ciudadanía.

Soberanía popular.

Relación de dependencia de los gobernantes con respecto a los gobernados.

Representación.

Paz social.

Convivencia en la diversidad.

Gobernabilidad.

La democracia como forma de gobierno.

La comunicación social como vía de identidad y pertenencia, no como publicidad.

La educación como sistema para construir la igualdad, el desarrollo y la competitividad

Una economía en donde la dignidad y las necesidades del ser humano sean el centro de sus fines.


Todos ellos necesitan definirse y expandirse para incluir a todos, sin embargo con ello creamos una agenda de discusión que vale la pena discutir.

 

Cuáles son nuestras ideas.

Sin caer en cursilerías, ni ingenuidades o dogmatismos, con velos de pragmatismo, romanticismo y apasionamiento, definimos a la ideología como la coalición de las ideas que promueven un pensamiento crítico, científico, participativo y en franca renovación; consideramos a la ideología como la inclusión de diversas ideas con elementos comunes y generalmente aceptados por todos para convocar a las mujeres y hombres a asumir una posición, sin ambigüedades, ante los problemas nacionales y ser parte de la solución de los graves rezagos que padecemos. De manera categórica somos militantes de las ideas que hacen de nuestra nación un espacio de libertad, paz, armonía, respeto, desarrollo y convivencia mundial.


Estos son nuestros pilares democráticos, no son únicos ni limitados, pero creemos que son los fundamentales para la cohesión de nuestro partido, la unidad de propósitos y la posibilidad de que la identidad sea un vinculo de reconocimiento entre los militantes, y el sentido de pertenencia como un espacio donde todos somos edificadores del partido político que anhelamos, somos aceptados y participamos no como un acto de privilegio sino como un ejercicio pleno de nuestros derechos fundamentales, humanos, políticos , individuales y colectivos:

Libertad.

Igualdad.

Justicia.

Desarrollo.

Democracia.

Competitividad.

Empleo digno.


Qué Partido Politico queremos que sea el PRI.

Todas las instituciones políticas con la calidad democrática suficiente de sus militantes, instrumentos de organización y objetivos tiene espacios en la historia de conflicto, diferencias y resistencia. 


La democracia interna del PRI no es sólo una idea, es una conducta y un sistema para la solución de conflictos; sin embargo, no es a mano alzada, sino como un proceso de acuerdos y negociaciones propias del ejercicio de la política. 


La promoción de la participación, la realización de la ampliación del pensamiento y el estudio de las ideas políticas y el consenso amplio, libre y pleno para el logro de propósitos a favor de las personas, las instituciones del gobierno, la legislación que fortalezca al Estado de Derecho, los derechos humanos y la aplicación de fórmulas democrática que generen una riqueza nacional a través de una industria, empresa y capitalismo que contribuyan a la identidad nacional.


Queremos refundar una institución política que tenga la visión del país que debemos reconstruir, un partido político absolutamente comprometido con su militancia, la ciudadanía y sus formas de participación individual o a través de organizaciones. Con ello, reconocer que somos una economía muy importante en la cadena de valor mundial. 


Que somos una expresión cultural que ha ganado su espacio como centro de tradiciones y costumbres y la expresión social de una nación que debe de dejar atrás la autocomplacencia, el sentimiento de lastima colectiva y hacerse responsable y participe de su lugar en el mundo, como potencia media y como participe de las mejores causas de la humanidad.


Debemos ser un partido de ideas y de mensajes que atiendan a nuestros militantes. Un partido que sea el Epicentro de la construcción de las ideas que le dan rostro transversal y territorial a todas las voces de la sociedad. Ideas para tejer una cohalisión territorial que se reconozca por el espacio en donde vive, el diagnostico de sus problemas, el planteamiento de soluciones y la actividad de la gestión y solución. Generador y estudioso del pensamiento político, social y económico que contribuyan a un debate democrático, que forme consensos y tenga al ser humano en el centro de sus ideas. Un partido que reconozca en las luchas y los problemas municipales, las grandes luchas nacionales.


Debemos ser un partido de acciones. Una organización politica que entienda al activismo político como el sacudimiento pacifico de las conciencias, para que la participación de todos sea ordenada, pacifica, justa y con propósitos de beneficio común. Acciones a favor de energías limpias, de un ejército que este limitado a sus facultades constitucionales, de un gobierno que abandone el protagonismo a base de mentiras, medias verdades y verdades a medias o programas clientelistas que repartan dinero sin reglas claras y públicamente observables. 


Un Partido que actúa por causas, formando alianza estratégicas y duraderas, con los individuos y los colectivos que estén dentro del marco ideológico, social y democrático de nuestras ideas.


Debemos ser un partido con las Mujeres. Un partido en donde las causas de las mujeres dejen de ser un discurso, los derechos un anhelo y la igualdad una tentación. Las causas de las niñas y mujeres solicitan urgentemente una fuerza politica comprometida sin ambigüedades, con la justicia, igualdad y equidad. 


Debemos retomar la vanguardia de nuestra posición contra la venta de niñas para bodas pactadas, la trata para mantener a la industria de la prostitución y la pornografía, la violencia intrafamiliar que forma parte de una cultura de sumisión, silencio y ocultamiento que alimenta a la impunidad. Nunca ha sido suficiente la equidad en los órganos legislativos, tenemos que ser activistas permanentes por la equidad en todos los espacios políticos, económicos, sociales, deportivos, culturales, académicos, laborales, agrarios, empresariales y, por supuesto, en todos los espacios de los tres niveles de gobierno y de los poderes de la unión y estatales.

 

Debemos ser un partido que se haga cargo de los Jóvenes. Hoy con impotencia y vergüenza debemos aceptar que le estamos fallando históricamente y con repercusiones inimaginables a la juventud mexicana. Hemos sido incapaces de construir un sistema de gobierno que garantice la educación de excelencia, el empleo digno y bien remunerado, la salud de calidad, el acceso a un mercado laboral donde las garantías y derechos de los trabajadores no sean sustituidos por contratos leoninos, esclavistas y verdaderamente inhumanos. 


Estamos dejando a nuestra juventud en manos de la delincuencia, de las expresiones violentas y adiciones que lastiman su dignidad, pensamiento, salud y truncan sus vidas. Esto tiene en grave peligro el futuro de la nación. Debemos ser el Partido qué, de manera contundente, con toda la fuerza del Estado Mexicano rescate a sus jóvenes, les otorgue opciones justas, igualitarias y de desarrollo para que sean parte de las bondades y beneficios que su país les ofrece. Esta es nuestra visión, esta es nuestra propuesta

 

Cómo es el País que queremos edificar.

Que se vea y reconozca así mismo. Donde la vejez no sea un miedo por no tener pensiones o jubilaciones dignas. Donde ser niña y mujer NO sea sinónimo de belleza, solamente, y carezca de humanidad, felicidad, equidad e igualdad plenas, sin cortapisas ni medianías. Que el trabajo sea el motor del desarrollo de las familias mexicanas, donde la prosperidad logre el cumplimiento de las necesidades de vivienda, conectividad, accesos a la tecnología inteligente, a la recreación plena, a la cultura, deporte y ciencia. 


Que las desigualdades sean cada día mas estrechas y la injusticia sea solo el recuerdo de un país que lo ha superado todo.


Queremos decir con toda la fuerza de la palabra, que somos una de las economías más sólidas en el mundo, que no somos un país de pobres solamente y que la pobreza que existe debe de ser atendida para que tenga parte en la riqueza nacional. 


Somos una potencia económica y como tal debemos actuar: las bondades climáticas de nuestro territorio, nuestros amplios litorales, la frescura de nuestra juventud, la experiencia de nuestros ancianos, el conocimiento de las mujeres y hombres nos hace un país excepcional. 


No necesitamos volver lastimosamente a un México en el que debemos ser todo PEMEX, necesitamos un SOLMEX (sol para generar energía). No necesitamos reconstruir a la CFE, necesitamos una COFECE actuante y acorde con nuestra realidad y en defensa de los intereses de cada individuo capaz y útil al desarrollo nacional. 


Nadie es un solovino para ser cuidado por un mesiánico inconsecuente. Todos somos individuos capaces y pensantes, por encima de la idea de ser lastimosos fracasados de las circunstancias nacionales que alguien debe venir a corregir. 


Viva la libertad de pensamiento y la apuesta a la labor del trabajo de cada uno. 


No somos receptores de dadivas, somos los constructores de nuestro propio futuro, por difícil, que pueda parecernos.


Queremos un país prospero con un gobierno sensato, prudente, con mas ganas de trabajar que de lamentar nuestra estación actual. 


Debemos de ver el futuro como oportunidad y no con fatalismo. 


Debemos de ver hacia adelante con optimismo, esfuerzo y valentía para que cualquier reto que se nos imponga sea vencido por nuestra creatividad, talento, coraje y anhelo para vivir más y mejor.


Tenemos todo el derecho a ser felices, a tener salud plena, vivienda y salud, a acceder a una formación académica de calidad y prestigio internacional. 


Sí, esto es lo que anhelamos y pondremos manos a la obra por alcanzar estos elevados fines que solo son para tener el México por el que dieron la vida nuestros antepasados y que las futuras generaciones nos sancionarán o reconocerán:

Soberano, con Identidad nacional.

Abierto al comercio internacional y cerrado a la esclavitud moderna

Respetuoso de la migración y los derechos humanos del migrante.

Con una cultura de la paz.

Con autoridades caminando junto con la sociedad civil.

Eliminando la corrupción, la impunidad y toda forma de expresión de la violencia.

Respetuosos de la libertad y la inteligencia de cada uno de nosotros

Somos pueblo todos y somos cada uno, uno sólo. Ni borregos, ni masa con opinión unánime, somos lo que cada quien construya por si mismo y lo que nos toca, como partido, es proveer las condiciones para que cada quien tenga alternativas reales para lograrlo.


En fin, lo que hemos deseado desde siempre: educación, trabajo, salud, vivienda y oportunidades. Nada más, pero nada menos tampoco.

 

Ciudad de México, a uno de diciembre del año dos mil veintiuno-