Mutatis mutandis
A los siempre jóvenes Toño y Dionisio.
La
inocultable realidad actual, resalta incapacidades e insuficiencias de los
sectores de salud, seguridad, educación y, desde luego, sobresalen los de economía y finanzas
públicas.
Importante
adelantar que crisis y nuevos y viejos problemas, han puesto al descubierto,
entre otros aspectos, las cada vez más difíciles,
complicadas y contradictorias situaciones y perspectivas de la educación
superior.
A
demasiados se rechaza y niega su derecho a seguir educándose.
Diversas
fuentes, como UNESCO, OCDE, ANUIS y la misma SEV, establecen que el país tiene,
en promedio, casi 40% de cobertura en educación superior. Esto es, 4 de cada 10 obtienen el servicio; y 6 son rechazados, excluidos o desatendidos.
En
cambio, respecto a la misma cobertura, Australia tiene 100%, EEUU y España 88%,
Rusia 81%, Costa Rica 55%.
Notorias,
las desigualdades internas; CDMX 96%, Sinaloa 54%, Nuevo León 48%, Yucatán 38%.
La
zona sur-sureste, la más baja con 28.5%.Destacan, Oaxaca 21%, Guerrero y
Chiapas 23%, Tabasco 37%, Veracruz 34%.
Pobre
Veracruz destaca con más de 640 mil excluidos.
En
este contexto, el papel de la Universidad (pública y privada) adquiere mayor
relevancia. La obliga, a evaluarse y renovarse.
PARTICIPACIÓN
Y APORTACIÓN EMPRESARIAL.
Oportuno
abordar la cuestión de la participación de la iniciativa privada, en el Estado
de Veracruz.
Hay
diversos casos, que comentar y analizar,
para valorar otras formas y causas, que han propiciado el surgimiento de
instituciones, que contribuyen al crecimiento
de la oferta educativa.
Una
de ellas, se describe, en la interesante publicación, Memoria del Fideicomiso del Instituto Tecnológico de Minatitlán,
1970-2020, Crónica de un Modelo
Académico mantenido por medio siglo, gracias a un esfuerzo compartido entre
gobierno y sociedad. Publicación, recientemente
editada y puesta en circulación, con
Dionisio E. Pérez Jácome, como coordinador de redacción y publicado por Editorial Las Animas S:A: de
CV.2020.
Recomendable
leer y analizar este tipo de textos, para aprender de otras experiencias. El
caso, es uno de los ejemplos, de amplio, consensado y acordado esfuerzo, de
sectores sociales, empresariales y gubernamentales, representativos y
con capacidad de apoyo y motivación, a la cada vez más requerida y valorada
educación superior.
En
la memoria del Fideicomiso en cuestión, que por cierto anuncia su extinción, entre otros, resaltan tres temas que vale la
pena comentar, aunque sea muy breve y rápidamente.
Primero,
el del singular respaldo político y gubernamental logrado, para su creación;
segundo, el de la orientación y
características del modelo académico seleccionado; y tercero, el de la
presencia y apoyo, de la iniciativa privada. Apoyo significativo y duradero, ampliamente
reconocido y ejemplo de que es posible conjuntar, direccionar y sostener
esfuerzos y recursos, a este tipo de instituciones.
En
el primer tema, Antonio Murrieta Necoechea, y
Dionisio E. Pérez Jácome, destacan en
brevemente, las principales acciones realizadas, en su momento y por
largo tiempo, por importantes personajes de la política y del gobierno, en el surgimiento y desarrollo de dicho Instituto
Tecnológico.
Luis
Maldonado Venegas, reconocido intelectual y promotor de la cultura, sostiene
que “la educación tecnológica, no exenta de formación humanista, entraña una
importancia potencial tanto para el desarrollo industrial del país como para la
diversificación y democratización de las oportunidades de educación superior…Cada día se torna más
complejo el mundo tecnológico y cada día se requiere capacitar de mejor manera
a los futuros técnicos, por lo que resulta imprescindible dotarlos de nuevas y
modernas herramientas, así como de habilidades interdisciplinarias que les
permitan avanzar y profundizar en muy distintos sistemas”.
Así
se describe, desde l970 a la fecha, la ya histórica participación de políticos y funcionarios gubernamentales,
como Jorge de la Vega Domínguez, Antonio Dovalí Jaime, Horacio Flores de la
Peña, José Luis García Luna, Carlos Abedrop Ávila, Jesús Reyes Heroles, Víctor
Bravo Ahuja, Fernando Solana, Esteban Moctezuma; y, desde luego del Presidente
Luis Echeverría, los correspondientes Gobernadores de Veracruz y Presidentes Municipales.
El
segundo tema, vinculado con la orientación académica, destaca enfoque tecnológico; oportunidades y potencialidades regionales y
locales; aportaciones de estudios,
propuestas; y, sobre todo, formación de capital humano, para fortalecer el
desarrollo basado en la localización de relevantes actividades petroquímicas,
de importancia nacional e internacional.-
Apunta
Héctor Mayagoitía Domínguez, que el surgimiento
destaca, porque fue, “el número 24 de un excelente sistema de institutos
tecnológicos que ascendía a 11 en l964, a 19 en 1970 y a 42 en l976. En el 2016
funcionaban 272, entre federales y federalizados, con la participación de
entidades de la República.”
Respecto
a Minatitlán, Raúl González Apaolaza, centra las coincidencias de las
decisiones con el contenido y objetivos del Plan Nacional de Desarrollo
2013-2018, así como las potencialidades regionales, en particular, la de la
petroquímica. Concluyendo que “las buenas obras no deben concluir nunca. La
experiencia en la integración de una gama de disciplinas que distinguen al
Tecnológico, la historia titánica y pulcra en tantos años de esta tarea, más
los recursos que se lograron reunir a través del Fideicomiso demuestran que el
proyecto sigue vivo, y con la experiencia acumulada es posible dar nueva vida a
otros centro de educación superior.”
Y
en el tercer tema, se menciona a empresarios destacados, que canalizaron
recursos y apoyos, como Emilio Azcarraga,
Claudio X González, Bruno Paglialí, Antonio Ruiz Galindo, Rafael Bailleres González
y el destacado Justo Félix Fernández
López.
Recomendable
conocer la Memoria, para entender,
como dice Murrieta, que “la función
esencial del fideicomiso era garantizar la aplicación de los recursos privados
destinados al Instituto…”
Y
sobre todo, para aceptar, que “en la actualidad es tiempo de plantearse una
pregunta: ¿Debe subsistir el Fideicomiso aún con la presencia tan menguada de
sus integrantes, o nos corresponde, a tono con avance educativo nacional, reconocer la vigencia de la responsabilidad
que en su origen se nos atribuyó, pero proyectándola a otras instituciones y
personas, de acuerdo con las exigencias actuales de legalidad y absoluta
transparencia?”
Valiosa
experiencia del Fideicomiso, porque el reto persiste. El esfuerzo continua, en los campos educativos que requieren apoyos..
-Académico.IIESESUV. Twitter@RafaelAriasH,
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