Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Hace tres días, cuando el presidente Enrique Peña
estuvo en Antón Lizardo, dijo que tanto la policía Naval como la Militar se
quedarán en Veracruz hasta el 30 de noviembre del 2018, es decir, un año más.
Y este martes, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares
confirmó lo anterior.
La noticia es excelente, pero ¿y luego qué…?
Yunes Linares dijo que la presencia de ambas policías
debe considerarse como extraordinaria. Y tiene razón; no toda la vida las
tendremos en la entidad. Pero más adelante urgió a los ayuntamientos a que se
apresuren en la creación de sus policías municipales para cuando ya no estén ni
la Naval ni la Militar.
Uta, esto va a estar en chino por varias razones.
Los policías municipales de Veracruz lo son por
necesidad y no por vocación. Sus elementos entran a la corporación como una
manera de obtener un sustento (aunque sea raquítico) para llevar a sus hogares.
Por mucho que reciban un curso de capacitación siempre
será insuficiente para las necesidades de seguridad que requieren los municipios.
Y para colmo, se enfrentan a la delincuencia con armas de cargo que están más
para un museo que para ponerse al tu por tu con los bandidos.
A lo anterior hay que agregar que las carencias que
padecen los hacen presa fácil de los grupos delincuenciales que los sobornan con
un dinero que nunca ganarán como policías. Y todo esto trae como consecuencia
que la ciudadanía les tenga más temor y desconfianza que a los mismos
delincuentes.
Pero el gobernador está pidiendo a los alcaldes que se
ocupen de esta obligación.
El problema es que lo hace en mal momento.
Faltan alrededor de 40 días para que los munícipes
digan adiós al cargo y puedes apostar lector, a que la inmensa mayoría están
más preocupados por tapar sus transas y movidas, que en mejorar a sus policías.
Por otra parte, los nuevos munícipes jamás invertirán lo necesario en los
policías de su localidad.
Y es que crear como Dios manda 212 cuerpos policiacos no
será tarea fácil. Se necesita invertir en cada municipio cientos de millones de
pesos que ninguno de los nuevos alcaldes estará dispuesto a soltar. Y además se
necesita tiempo.
Si queremos policías municipales que se respeten y sean
garantía de seguridad, habrá que prepararlos como si estudiaran una carrera
universitaria, pagarles mejores salarios y velar por el bienestar de sus
familias.
Cuando Yunes Linares anunció la instalación de 6 mil
cámaras en el territorio veracruzano, dijo que éstas han sido excelentes
auxiliares de la policía en ciudades como Londres, Paris, Madrid y Nueva York.
Y vaya que eso es cierto; pero allá los policías ganan
en euros o en dólares, tienen casa y auto propio, sus hijos van a buenas
escuelas, tienen seguridad social, seguro de vida y excelentes prestaciones.
Con lo mal pagados que están nuestros elementos policiacos,
sobre todo los municipales, imposible pedirles que actúen como los de esas
ciudades.
Pero bueno… por lo pronto ya sabemos que las policías
Naval y Militar seguirán hasta el 30 de noviembre del 2018, el mismo día en que
tanto Yunes Linares como Peña Nieto terminarán sus respectivos mandatos.
¿Y luego qué…? ¿Qué va a pasar con la inseguridad en
Veracruz?