Del Absolutismo al “feis”
Por Yolanda Tenorio Montero
y Miguel Angel Rueda Ruiz
Bajo el acuerdo de la Convención Europea de los
Derechos Humanos de que la Comunicación es un Bien Social se plantean una serie
de premisas para hilvanar que entre Medios,
Poderes Públicos y Ciudadanos existe un hilo conductor denominado Interés
Público, que no el “Interés del Público”.
Una larga historia entre los siglos XIX, XX y
XXI deja rastros que se sostienen en la Filosofía, la Sociología y la Economía
y que aportan elementos para reflexionar sobre una posible ruta del ejercicio
del poder, comportamiento de la sociedad y el papel de los medios de
comunicación y sus hacedores de contenidos, los periodistas.
El uso de plataformas y aplicaciones
tecnológicas obligan a las medios de comunicación a reinventarse exigiendo a
los socios capitalistas orientar tomas de decisión para cruzar la frontera de
la difusión tradicional a la digital, incorporarse de lleno a lo que desde hace
un par de décadas se aventuraba como la Sociedad de la Información.
Es aquí, en esta Sociedad de la Información
donde se crean paradigmas y se revisan posibles escenarios de estos tres
socios: Medios, Poder Público y Ciudadanos, con un invitado especial, el
periodismo y los periodistas.
En este texto se insiste en la “Comunicación
como bien social” porque la ruta del espectro electromagnético, con su apagón
analógico como primera parada; las concesiones de Alta Definición, el control
del internet; la formación de las Redes Sociales de Comunicación, los públicos
y lo público, así como los contenidos, se convierten en zonas que fluyen y
confluyen con la ruta de los ciudadanos y del ejercicio del Poder Público.
En siglos y décadas pasadas la Monarquía, el
Absolutismo, dictaduras y “dictablandas” ejercían un contubernio con mandos del
Ejército, dirigentes gremiales, jerarcas religiosos –católicos sobre todo-,
empresarios y sobre todo con los dueños de los medios de comunicación. Era la
Hegemonía en su apogeo.
En esa parte de la historia la participación
ciudadana, el marco jurídico moderno y los contenidos periodísticos eran temas
secundarios.
La ruta de la Comunicación como Bien Social, el
uso de la tecnología y la investigación y reflexión académica abrió senderos
que ahora se conocen como las grandes avenidas de la Sociedad de la Información
que impactó en los modelos de control político, alertó a la Hegemonía y se acuñó
términos como Democracia Participativa, Transparencia y Rendición de Cuentas.
Con los medios de comunicación y el periodismo
en el mundo se transitó del absolutismo, a dictaduras, revoluciones, a la
alternancia partidista e ideológica y empezó a construir la transición democrática.
Hoy, a siete días de las elecciones para elegir
a un gobernador de dos años, participamos con interés en este Foro de
Comunicación 2016 convocado por Héctor Yunes y su equipo de trabajo.
Es una oportunidad de reflexión sobre el antes
y el porvenir, de ventilar pendientes, de revisar el ejercicio cotidiano del
periodismo, de encontrarnos para saludarnos y de poner algunos puntos sobre las
íes.
Agradecemos Yolanda y su servidor la
convocatoria y el foro, pero ante todo se debe estar claro en este punto, a
pesar de la sangre y de los compañeros ausentes; de las condiciones salariales
deplorables, de la rivalidad y confrontación entre grupúsculos o tribus del
gremio, debe quedar claro que el
Periodismo veracruzano, que el periodismo mexicano, no está en la orfandad.
El Periodismo, el único que existe -no el bueno
ni el mal periodismo porque esos no existen, el mal o buen periodismo tienen
otra denominación, panfletarios, publicistas, apologistas, protagonistas,
chismosos y hasta extorsionadores- me refiero al Periodismo, ese no necesita la
tutela del Estado, ni el paternalismo ni la representatividad de algún
empresario metido a político o diputado, de nada ni de nadie.
Debe quedar claro que el Periodismo tampoco es
monopolio ni tiene exclusividad empresarial o sindical.
El Periodismo, la Comunicación como Bien Social,
tienen tareas y responsabilidades precisas en este proceso de desarrollo
tecnológico, de maduración democrática y en esta coyuntura político electoral
de Veracruz.
En dos años y desde Veracruz, el Futuro de los
Medios: de los Poderes Públicos y de los Ciudadanos tiene tareas concisas que pueden
alentarse para acercarnos a la relación ideal con el Interés Público que
fundamenta los principios de justicia e igualdad.
De esta manera, el interés público en la
Comunicación se concreta en tres valores; libertad, igualdad y cohesión social.
En esta búsqueda de la relación ideal de este
bien social, La Comunicación y por tanto el Periodismo, tienen que estar al
alcance de todo el mundo para cumplir con el principio de accesibilidad; tiene
que permitir la expresión de las diferentes voces –la pluralidad- en su diversidad.
En esta relación ideal, la igualdad implica el
objetivo de la veracidad y la honestidad de la información.
Esto conlleva un estatus de independencia de
los medios que le permiten garantizar confianza, postura crítica, originalidad-creatividad,
diversidad y objetividad de los contenidos.
En esta relación es cuando se establecen nuevos
paradigmas como la regulación de algunos sectores que escapan al ámbito estatal
-como la regulación en la entrega de concesiones de radio y televisión- y otros
que si le conciernen como la Transparencia y el Acceso a la Información
Pública.
Vamos hacia escenarios de libertad de
comunicación, acceso, regulación o control y transparencia.
Tomando en cuenta la más pura herencia de la
escuela critica marxista y marcada por
la filosofía kantiana se sostiene que se deben preservar y mantener los
derechos básicos de participación en igualdad de oportunidades, en los procesos
de formación de la opinión y la formación de voluntades donde los ciudadanos
ejercen su autonomía política a través de la cual legitiman la ley.
Es preciso destacar y tomar en cuenta que son los
valores, los contenidos difundidos por la Comunicación y el Periodismo los que
contribuyen a los procesos sociales.
La próxima administración estatal de dos años
tiene la responsabilidad de plantear un Plan de Desarrollo que implica un
modelo económico, estrategias para el bienestar público y acciones para la
transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas y combate a la
impunidad, entre otros.
Es ahí donde las vías paralelas del uso de las
plataformas tecnológicas en los medios de comunicación así como la
investigación, el procesamiento y difusión de contenidos de interés público se
cruzan con los Poderes Públicos.
Esta próxima administración puede participar,
sin involucrarse en el libre mercado de los medios de comunicación y sus
audiencias, con acciones estratégicas que permitan el reordenamiento de
comisiones, fiscalías, agrupaciones, asociaciones y grupos en los tres poderes
y los tres niveles para establecer rutas claras y sencillas que faciliten el
trabajo periodístico y en su caso, aplicar protocolos de protección apegados a
estándares internacionales que eviten confusiones, burocracia y uso indebido de
recursos públicos.
Las instancias depositarias de Datos Públicos,
las denominadas “cajas de cristal” tendrán que dejar su hermetismo y paraguas
protector para cumplir con la normatividad en el acceso a la información, desde
las contralorías hasta el Registro Público de la Propiedad.
.
En los años por venir, la Comunicación y
Periodismo, el Poder Público, los Ciudadanos y la Hegemonía enfrentarán con
mayor frecuencia una profunda disyuntiva, la superficialidad y cantidad de los
contenidos o la profundidad y especialización de los mismos.
Por un lado, las Redes Sociales de Comunicación
seguirán multiplicándose con reporteros ciudadanos que oscilan entre la
responsabilidad social, el activismo ideológico, el protagonismo cabaretero y
la laxitud en sus contenidos. Esta es una estrategia de los grandes consorcios
propietarios de las plataformas digitales, pero al mismo tiempo el beneficio
económico de la explotación y control de esas redes los obliga a mantenerlas en
el máximo de libertad y apertura; cualquier acercamiento o interferencia del
Poder Público será negativa.
Es ahí donde el Periodismo debe cumplir su
papel para la investigación exclusiva y especializada, con rigor y oportunidad,
insistir en la transparencia y estar pendiente de la Rendición de Cuentas.
La administración por venir tiene la gran
oportunidad histórica de desburocratizar o desaparecer comisiones, fiscalías y
organismos vinculados con el quehacer periodístico; homologar y cumplir con las
leyes de acceso a la información; respetar al periodismo discordante y plural y
activar un plan ejecutivo, respetuoso e incluyente con las empresas
periodísticas locales de todos los tamaños que demuestren su eficiencia en los
servicios que comprometa.
Estos planteamientos, con profundo contenido de
liberalismo social intentan poner dique a otros esquemas y formas de ejercer y
beneficiarse cínicamente del poder.
Buscan la máxima libertad para todos los
ciudadanos, la máxima igualdad de oportunidades en los procesos de participación,
movilidad y acceso social.
Pretende construir un basamento teórico-social coherente
que busca asegurar las mejores condiciones de libertad y de equidad para los veracruzanos.