VARIEDADES
Por Camilo Hernández
Y lo acostumbrado es que los agraciados en encontrar al Niño
Dios, tendrían que cumplir -como es la tradición- con los tamales, atole,
champurrado o chocolate este dos de febrero, “Día de la Candelaria”, y “no se
hagan rosca”, como versa la frase popular...
Entre las familias, amigos o compañeros de trabajo, quien
encuentra al Niño en la Rosca de Reyes que se parte el 6 de enero debe cumplir
el 2 de febrero. Y en aquellos lugares donde hay mayor arraigo de la hermosa
tradición, a quien lo encuentra se le pone una corona hecha de cartón y
cubierta de papel dorado y se le da el nombramiento de padrino del Niño Jesús.
De tal modo que el padrino deberá vestir con ropas nuevas a
la imagen del Niño Jesús, del Nacimiento, y presentarlo en la Iglesia el dos de
febrero, “Día de la Candelaria”. Después hará una fiesta con tamales y atole.
En algunos lugares se extienden durante varios días los
festejos, dedicados a la patrona del lugar como en Tlacotalpan con las “Fiestas
de la Candelaria”.
Son festejos muy emotivos dedicados a la Virgen de la
Candelaria, con una procesión, así como el festival cultural y artístico,
fuegos artificiales, paseos en lancha sobre el río Papaloapan, etc…
De acuerdo a fuentes consultadas, el término nace del
“candelero” que en un contexto de la religión católica significa “luz santa que
guía al buen camino”.
Se celebra el 2 de febrero, dando así fin al período
navideño, pues en dicha fecha se cumplen 40 días después de la celebración de
Navidad, nacimiento del Niño Dios.
Ya por ahí nos comentaron que entre familias tuxpeñas se
tiene muy presente esta tradición, y además del aspecto espiritual de vestir y
llevar al Niño Dios a la Iglesia para ser bendecido como acostumbra la
feligresía católica, también es una buena oportunidad para la convivencia entre
amigos y familiares, sin “bajar la guardia” en lo que respecta a las medidas
preventivas.
¡A CUMPLIR CON LOS TAMALES!...
Agradezco el favor de su atención.
D.M. Nos saludamos hasta la próxima entrega.