Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
La semana anterior en Pueblo Viejo, el municipio más
al norte de Veracruz, la zacatecana Rocío Nahle dijo que siete de cada diez
veracruzanos apoyan a Morena, pero “no hay que confiarse”. Y en lo primero en
lo que no hay que confiar, es en el dato que le pasaron a la señora porque no
son siete, sino seis de cada diez los veracruzanos que apoyan a su partido, que
lo que sea de cada quien sigue siendo muy popular.
Pero que la virtual candidata a la gubernatura (que se
supone va en caballo de hacienda rumbo a Palacio de Gobierno) les pidiera a sus
seguidores no confiarse, hizo que se levantaran muchas cejas.
¿Por qué dijo lo que dijo?
Porque sabe que
las cosas no marchan bien.
La víspera vio los números de las últimas encuestas y
la preocuparon. Si bien la aprobación de Morena es sobresaliente, sus
militantes no pueden decir lo mismo y el ejemplo más palpable es el gobernador
Cuitláhuac García, cuyo trabajo es reprobado por ocho de cada diez veracruzanos.
En el caso de ella, ocho de cada diez no la quieren como gobernadora. Y como
dato curioso, siete de cada diez aprueban la candidatura de Pepe Yunes a la
gubernatura.
¡Vaya números!
A pesar de que aún no es abanderado oficial de la
alianza que ahora llaman Fuerza y Corazón por Veracruz, cuando el PRI nombró a
Pepe candidato hace dos semanas, su popularidad se disparó del 13 al 31 por
ciento. En contrapunto, la popularidad de Rocío se estancó en 43 por ciento con
tendencia a la baja, según sondeos internos de Morena.
En una de tantas veces que le preguntaron al peroteño si
contendería otra vez por la gubernatura contestó: “Sí, pero no jugaré para
perder. Si veo que las condiciones no me favorecen me haré a un lado sin
dudarlo un momento”.
Y al parecer los astros se están alineando a su favor
porque el jueves declaró: “En las últimas tres elecciones la suma aritmética de
los votos que lograron el PAN, el PRD y el PRI está arriba de un millón 200 mil
votos. ¿Por qué si cada elección esos votos coinciden en estos partidos, hoy no
tendrían que estar, cuando hay un mal gobierno, cuando el presidente no va en
la alianza y cuando -además- lo que está exigiendo el electorado son políticas
arraigadas a Veracruz, con identidad de veracruzanos? Hay muchas condiciones de
triunfo, en el 2024 seguramente va a ganar una nueva alternativa en el estado”.
Si a Rocío la realidad amenaza con darle la espalda, a
Pepe la esperanza le comienza a sonreír.
Y en claro mensaje a Nahle dijo: “Lo que a mí me preocupa
es un gobierno desarraigado, alguien que no conoce la entidad, alguien que no
sabe qué es lo que pasa en el norte, en el sur, en el centro, y que por años estuvo
focalizada a un municipio”.
Si lees bien el párrafo anterior lector, Pepe no está
cuestionando y menos descalificando a Rocío por su origen zacatecano, sino por
su desarraigo. Pero el golpe puede ser letal para las aspiraciones de la
señora.
Pésimamente asesorada Rocío contestó con el hígado y mal.
“Veracruz ha sido la puerta de entrada de españoles, alemanes, africanos,
asiáticos y nosotros en Veracruz nunca, ¡nunca!, habíamos hecho una distinción
jamás, ni de género, ni de color, ni de ascendencia, ni de origen”.
Y ahora tampoco se hacen distinciones de ningún tipo.
Lo que sucede con los veracruzanos es que simplemente le están reprochando su
empecinamiento por querer gobernar un estado que tiene más de cuatro millones
de mujeres nacidas en Veracruz que lo pueden hacer mejor que ella.
Ya medio a la desesperada trató de bajar la cortina: “El
tema (de su origen) está agotado y es tiempo de darle vuelta a la página; dicho
lo anterior le damos la vuelta a la página”.
Pero no será tan fácil. Bastó con que Pepe Yunes
tocara el asunto del desarraigo, para que por ahí la comiencen a tundir al
menos la mitad de los veracruzanos.
Caray, lo que son las cosas lector; al menos desde
hace cuatro años los consejeros de Rocío la prepararon para que contestara todo
lo referente a su origen zacatecano, pero a ninguno se le ocurrió pensar en el
desarraigo.
Y por ahí la pescó Pepe Yunes que antes de comenzar la
ardua batalla por la gubernatura, ya le ganó el primer round.