Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Nadie es desgraciado sino por su propia culpa.” – Lucio Anneo Séneca.
Fue
un 5 de junio de 2009 cuando la tragedia enlutó a los mexicanos, el incendio de
la Guardería ABC ocurrido en Hermosillo, Sonora, evidenciaba las cadenas de
corrupción que desde el Gobierno se construyen en favor de los amigos y los
cuates.
El
saldo de la tragedia fue de 49 niños fallecidos y 106 resultaron heridos, todos
de entre cinco meses y cinco años de edad. La tragedia comenzó cuando un
incendio se propagó de una bodega contigua –perteneciente al Gobierno del
Estado de Sonora- hacía la guardería.
El
escándalo internacional empañó al gobierno federal, encabezado por Felipe
Calderón Hinojosa, al del Estado presidido en ese momento por Eduardo Bours
Castelo y al municipal que entonces encabezaba Ernesto Gándara Camou.
Cabe
recordar que aquella estancia infantil privada funcionaba por el modelo de
subrogación por el Instituto Mexicano del Seguro Social desde el 6 de agosto de
2001.
Uno
de los principales críticos de la tragedia fue el hoy presidente Andrés Manuel
López Obrador que en diversos momentos advirtió que en dicha tragedia habría
prosperado la corrupción y la protección a los poderosos integrantes del
Gobierno en todos sus niveles. https://lopezobrador.org.mx/2019/06/06/presidente-se-reune-con-madres-y-padres-de-guarderia-abc/
Lamentablemente
las desgracias ocurren y parecen alcanzar aquellos que en su momento festinaron
el asunto desde el punto de vista político.
La
noche de este 27 de marzo esa realidad alcanzó al presidente Andrés Manuel
López Obrador, y en una instalación del Instituto Nacional de Migración (INM)
se consumó la tragedia en donde la muerte de 39 migrantes y 29 lesionados en
estado delicado y grave al interior de la Estancia Provisional de Ciudad
Juárez, Chihuahua, evidenció que su política migratoria está totalmente
rebasada por ineptitud e insensatez, al pretender hacerle al cadenero de los
Estados Unidos en la frontera norte de nuestro país.
El
ABC del presidente AMLO se da en momentos que la crisis migratoria es ya un
escándalo de orden internacional, pues la reciente detención de Ofelia
Hernández Salas, “La Güera” o “La Lupe”, quien presuntamente
contrabandeaba personas desde hace mucho tiempo, se suma a la tragedia.
La
mujer de aproximadamente 60 años formaba parte de la lista de objetivos
prioritarios para el gobierno estadounidense. Según información del
Departamento de Justicia de Estados Unidos, “La Lupe”—junto con su
supuesto cómplice Raúl Saucedo Huipio, de 48 años– presuntamente han operado en
la frontera entre Estados Unidos y México durante varios años, dejando
ganancias para ella y sus cómplices multimillonarias.
Ofelia
Hernández y su presunto cómplice Raúl Saucedo fueron arrestados en nuestro país
a petición de Estados Unidos, en atención a los cargos presentados previamente
en el Distrito de Arizona.
La
Güera y su compinche presuntamente conspiraron con otros contrabandistas para
facilitar el viaje de un gran número de migrantes desde y a través de
Bangladesh, Yemen, Pakistán, Eritrea, India, Emiratos Árabes Unidos,
Uzbekistán, Rusia, Egipto, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica,
Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y, en última instancia, a
Estados Unidos.
Pero
ahora la pregunta es saber ¿quién se beneficia del tráfico de venezolanos
exclusivamente a México? Porque se habla de una red operada desde hace años en
el mismo INM y del cual es pleno responsable el presidente López Obrador.
O
será que casualmente ocurre está tragedia en medio de la polémica que se genera
por la implementación del Plan C con el que se pretende tomar por asalto al
Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) en donde el tamal armado
por el mismo Gobierno Federal es la razón de crear una nueva caja china para
distracción de los miopes mexicanos.
Al
tiempo.
astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx