Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
En varios estados de la República y a pesar del
coronavirus, cientos de madres de desaparecidos salieron a las calles este 10
de mayo a exigir lo de siempre: la aparición de sus hijos, en una escena que
por desgracia ya forma parte de la rutina de este país.
Recordarás lector que en 2015, cuando las
desapariciones se fueron multiplicando, las madres, hermanas, esposas e hijas de
esos desaparecidos se organizaron en colectivos de búsqueda para localizarlos.
Y desde entonces han tomado la batuta a pesar de que esta tarea es obligación
del Estado; nomás que el Estado se ha hecho guaje.
Si un individuo desaparece en cualquier país
medianamente civilizado, es el Estado por medio de sus autoridades el encargado
de buscarlo y localizarlo. Pero aquí se ha convertido en una costumbre muy
cómoda para los gobiernos que sean las madres y demás familiares, las que caminen
kilómetros y kilómetros bajo el quemante sol, empapadas por los aguaceros o
ateridas de frío, hasta llegar a un predio y escarbar una o varias fosas con la
esperanza de que los restos encontrados sean los del hijo o la hija
desaparecidos hace años.
Esta actitud comodina del Estado les legó la tarea de
buscar a 61 mil personas desaparecidas en el territorio nacional y eso es
inhumano. Como inhumana es la indefensión en la que el mismo Estado tiene a la
sociedad e incluso a las autoridades municipales.
Y me quiero detener en este punto.
Desde hace varios días la alcaldesa de Ixhuatlán del
Café, Viridiana Bretón Feito comenzó a recibir amenazas de muerte del síndico
Amador Altamirano Gallardo. ¿El motivo? Quiere quedarse con su puesto.
Al parecer el problema comenzó cuando falleció la señora
Segunda Narciso, alcaldesa suplente, y Amador se apersonó en la oficina de
Viridiana para pedirle que lo nombrara a él para ese puesto.
Ante la negativa, el tipo empezó a hostigar a
Viridiana enviándole amenazas que fueron subiendo de tono al grado que ahora ya
no quiere la suplencia en la alcaldía; quiere más.
“En varias ocasiones me ha exigido que renuncie a mi
puesto porque él quiere ser alcalde. Me ha dicho que va a buscar la forma de
desaforarme y si no, me dijo que me va a desaparecer para quitarme de en
medio”, señaló Viridiana que interpuso la denuncia UIPJ-1/DXIV/10/543/2020 en
la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
Bien, ya se sabe de la amenaza, la alcaldesa ya
presentó la denuncia correspondiente y aquí surgen al menos un par de preguntas.
¿Viridiana Bretón tiene protección del gobierno estatal? ¿Ya hay al menos una
orden de presentación contra Amador Altamirano o las autoridades están esperando
que ocurra una tragedia para tomar cartas en el asunto?
De acuerdo con la propia agraviada, Amador Altamirano
quiere estar el año que le resta a la administración municipal para pagar
deudas que adquirió en la campaña electoral pasada. Es decir, lo que este
sujeto pretende es atentar contra la vida de una alcaldesa elegida por el voto
popular para hacerse del cargo y robar lo que pueda a fin de saldar sus
deudas.
Viridiana está pidiendo protección tanto al gobernador
Cuitláhuac García como al secretario de Gobierno Eric Cisneros, porque teme que
le pueda pasar lo que a la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo,
que fue asesinada por unos sicarios en abril del año anterior junto con su
marido y su chofer.
En el caso de Veracruz la indefensión en la que se
encuentran las madres de los colectivos, el alto registro de feminicidios y el
desamparo de una alcaldesa de la oposición (Viridiana Bretón es del PAN), es
palpable y son ejemplos de que a la 4T le importan un pito las mujeres.
Las mujeres de los colectivos tendrán que resignarse a
seguir buscando solas (sin el apoyo estatal) a sus familiares. Pero esperemos
que ni Viridiana Bretón Feito ni su familia sufran algún percance. Sobre todo
porque tanto el gobierno estatal, como la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad
Pública tienen conocimiento de la grave situación que vive.
Con estos antecedentes si algo le pasa a la alcaldesa,
los veracruzanos responsabilizarían en caliente al gobernador, al secretario de
Gobierno, a la encargada de la Fiscalía y al secretario de SSP, lo que
ocasionará que la poca confianza que aún tienen en el gobierno estatal siga
yéndose a pique.
Y es que señalamientos de ese tipo no se quitan nunca…
ni con lejía de la buena.