Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Mientras el crimen del diputado local Juan Carlos
Molina ultimado en noviembre anterior sigue sin aclararse, el asesinato de la
periodista María Elena Ferral ya casi quedó resuelto. Al menos así lo dieron a
entender tanto la encargada de la fiscalía estatal, Verónica Hernández Giadáns,
como el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
En un video subido a las redes donde ambos aparecen
con el secretario de Gobierno Eric Cisneros, fue el gobernador el que abrió
fuego.
“Gente de Veracruz, estamos atendiendo todos los
temas. Desde luego la salud es prioridad en estos momentos, sin embargo, no
podemos dejar de lado la seguridad y muy en particular hemos dejado en claro en
este gobierno que no vamos a dar paso a la impunidad. Por eso hoy tenemos un
asunto muy importante que informarles”.
Acto seguido se puso al micrófono la encargada de la
FGE que habló sobre los supuestos avances en el asesinato de la periodista
María Elena Ferral ocurrido el 30 de marzo en Papantla.
Hernández Giadáns dijo textual: “Se pudo determinar
que la línea de investigación se debió al ejercicio de su actividad
periodística”.
¿Qué es eso, caramba? ¿Quién redactó esa barbaridad? Lo
que la funcionaria quiso decir –imagino- es que una de las líneas de
investigación que se siguieron en relación al caso, llevó a concluir que a María
Elena la asesinaron como consecuencia de su actividad periodística.
Agregó que después de practicarse las investigaciones
pertinentes “y recabar datos de pruebas suficientes”, se logró acreditar la participación
de once presuntos responsables de los cuales seis ya están detenidos. Y remató
con el sobado cliché: “Ratifico mi compromiso con la sociedad veracruzana para
garantizar el estado de derecho, reiterando que ninguna conducta ilícita
quedará impune, trátese de quien se trate, daremos con todos los responsables”.
¿Dónde estuvo lo importante o novedoso? No lo hubo; al
menos en lo que se refiere al homicidio de María Elena cuyos “avances”
presentados ayer ya eran del conocimiento público.
Quizá lo novedoso fue que el gobernador se quitó la careta
y brindó su apoyo en abierto a Verónica para que sea la nueva Fiscal General
del Estado: “Quiero felicitar a la encargada de la fiscalía por haber ido hasta
el fondo en varios hechos muy peculiares e importantes que tuvieron mucha
repercusión en los medios, porque se ha dado no sólo con los responsables
materiales, sino también con sus cómplices y con los autores intelectuales”.
¿Hechos peculiares e importantes? ¿Cuáles?
Lo que cayó como anillo al dedo a Verónica, a su jefe
Eric Cisneros y a Cuitláhuac García, fue la detención de seis presuntos
responsables en el asesinato de la periodista.
Si son culpables o inocentes eso es irrelevante. Pasarán
meses para que un juez lo determine y para entonces Verónica Hernández Giadáns ya
habrá sido entronizada como nueva titular de la FGE. Guste o no guste a los Colegios
de Abogados y sobre todo a una ciudadanía, que de un tiempo a la fecha asiste
impotente a la destrucción de un sistema de justicia que alguna vez veló por la
integridad jurídica de los veracruzanos.
Anilú Ingram contra la propuesta de Cruz Malpica
A pesar del coronavirus la diputada federal Anilú
Ingram Vallines ha estado muy activa. En estos días presentó un exhorto al
Congreso local para evitar que se apruebe la iniciativa de reforma al artículo
11 de la Constitución local, que pretende abrir espacios a militantes de Morena
a los que la ley les impide aspirar a la gubernatura.
En su exhorto (presentado junto con diputados
federales por Veracruz), hace hincapié en el sesgo político de esta iniciativa.
“Existen suficientes elementos para presumir que se trata de una iniciativa
para beneficiar a algunas personas en particular” dijo Anilú y tiene razón.
Aunque no dio nombres, es evidente que está contra la
iniciativa presentada por el diputado local Amado Cruz Malpica, que propone
reconocer como veracruzanos a las madres y padres de hijos nacidos en Veracruz,
con lo que le abriría la puerta a su amiga Rocío Nahle, para que sea candidata
de Morena a la gubernatura.
Ingram Vallines agregó que hay asuntos prioritarios
que atender y también tiene razón. Pero aunque la iniciativa sea aprobada, será
el menor de los problemas para la zacatecana Rocío Nahle.
Como bien sabes lector, Rocío quedó muy zarandeada
después de su reunión con los miembros de la OPEP. Si en un principio el propio
López Obrador le aplaudió porque siguió al pie de la letra sus instrucciones,
algo pasó que ahora ni siquiera la llama a sus conferencias mañaneras.
La refinería de Dos Bocas no es un asunto menor. A
pesar de que se ha convertido en una de las tres obsesiones de AMLO, si el
proyecto se cae, no se realiza en el tiempo estipulado o su costo se dispara
(lo que sucederá inevitablemente), la responsabilidad toda será de Rocío.
Y por último, si con todo lo anterior resulta
candidata, tendrá que lidiar con el enojo popular a un gobernador de su mismo
partido que es de los peor rankeados a nivel nacional en generación de empleos,
combate a la corrupción, combate a la pobreza, combate a la violencia y otras
lindezas.
Reitero, el menor de los problemas de Rocío será que
los diputados de Morena rechacen la iniciativa de Cruz Malpica. Pero bien por
Anilú Ingram al alzar la voz para manifestar su inconformidad.