
Pepe Valencia
Si la consulta organizada por MORENA no satisface a sus
críticos, si se presume que la inminente cancelación de la construcción del
aeropuerto de Texcoco es un golpe de timón de Andrés Manuel López Obrador para
advertir a los empresarios quién manda en este país a partir del primero de
diciembre, si se trata de demostrar que el futuro presidente sí cumplirá sus
compromisos de campaña, si hay corrupción en la obra pública más ambiciosa de
los últimos sexenios y por ello es preferible y más barato utilizar la base
aérea de Santa Lucía, entonces es importante que prosiga este debate en medios
de comunicación, redes sociales y distintos foros.
El propio presidente electo sugirió la mejor solución al
afirmar hace varias semanas que si empresarios encabezados por Carlos Slim
invierten en la obra, sin que el gobierno gaste un solo peso, el aeropuerto
puede construirse en el antiguo lago de Texcoco.
Hace unos días, el secretario de Turismo, Enrique de la
Madrid (hijo del ex presidente Miguel de la Madrid), declaró que inversionistas
mexicanos y extranjeros estarían dispuestos a continuar con la construcción del
aeropuerto.
Si México está en la lista de los seis o siete países más
visitados del mundo, para qué buscarle tres pies al gato, es mejor que el
gobierno vigile, supervise y concesione esta mega obra. De esta forma no se
tirarían a la basura los miles de millones de pesos que ya se han invertido en ella
y se evitaría la lluvia de amparos contra la cancelación de contratos que se
avecina.
Además, si hubo corrupción en los trabajos realizados hasta
el momento, es preciso investigar y proceder contra los responsables, sean
contratistas o servidores públicos.
De lo contrario, si se cancela, transcurrirá un sexenio más
sin el nuevo aeropuerto, no se hará ni en Texcoco ni en Santa Lucía por
insuficiencia de fondos y de tiempo.
¿Demolerían todo lo que se ha edificado? ¿Cuánto costaría? ¿Qué
tiempo llevaría diseñar el proyecto y construir el nuevo aeropuerto en Santa
Lucía?
Entonces para qué tanto brinco, lo más inteligente es que le
entren empresarios con su lana, bajo supervisión del gobierno, y se concluya el moderno aeropuerto donde se lleva ya un
avance importante.
El mejor negocio del mundo es donde todos resultan
beneficiados. En este caso el ganador será México, los mexicanos.
Recordemos que mal empieza la semana para el que ahorcan en
lunes.