Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
El Frente Ciudadano por México, esa jalada que nos
quisieron vender como la fórmula para sacar al PRI del poder y detener el
populismo setentero de Andrés Manuel López Obrador, se está cuarteando antes de
participar en su primera elección.
Lo que los líderes del PAN, Ricardo Anaya; del PRD,
Alejandra Barrales y de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado pretenden, es una
unión antinatural.
Nomás para empezar, no se puede coaligar un partido
que está contra el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo como
el PAN, con dos partidos que están a favor de ambas propuestas.
Esto lo están viendo con preocupación tanto los
panistas, como los perredistas y los hijos de Dante que se niegan a aceptar ese
maridaje, aunque sea por conveniencia.
Tan es así que sólo 12 dirigencias estatales del PAN,
PRD y MC de las 32 que hay en el país, han acordado unirse. Mientras 17 muestran
reticencia a hacerlo cuando falta un mes para que arranque el proceso de
selección de candidatos al 2018 y las precampañas.
Uno de los estados que aún no ha dicho sí al Frente
Ciudadano es Veracruz, donde las patadas por debajo de la mesa están a todo lo
que dan sobre todo entre el PAN y el PRD.
Y es que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, no
sólo sigue empeñado en que su hijo sea candidato del Frente a sucederlo, sino
que además está metiendo su cuchara en las candidaturas a senadores y diputados
federales; con los consiguientes gritos de los perredistas que quieren una
buena tajada del pastel.
Dante Delgado se ha mantenido alejado de esa polémica,
entre otras cosas porque sabe que algo le tocará a MC a la hora de la
repartición. Pero está haciendo su juego cerca de Ricardo Anaya. Y es que a
pesar de que en público dice que no contenderá por la gubernatura, en privado
trae asoleado al líder nacional del PAN con el argumento de que él será mejor candidato
que el hijo de Miguel Ángel.
Por otra parte, gran parte de los panistas veracruzanos
no aceptan a Ricardo como su abanderado a la presidencia de la República porque
saben que sería un candidato muy débil. En corto han expresado su deseo de
apoyar a Margarita Zavala, pero si ven que la ex primera dama no levanta en las
encuestas votarían en masa por el abanderado del PRI. Y si es José Antonio
Meade, mejor.
Y en ese mismo tenor están los panistas, perredistas y
naranjas de Baja California, Campeche, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México,
Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas, Tlaxcala, Zacatecas,
Chiapas, Morelos, Puebla y Tabasco, que junto con Veracruz son las 17 entidades
que aún no dan su aval al Frente Ciudadano por México.
Pero ahí no para el asunto. Mientras miles de panistas
de esos estados se niegan a darle su apoyo a Ricardo Anaya a la presidencia, la
totalidad de los perredistas están a favor de que su gallo sea el Jefe de
Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
Si Ricardo se agandalla con la
candidatura, en una de esas el Frente se desbarrancaría al quinto lugar porque
Margarita y Jaime Rodríguez “El Bronco” podrían colarse al tercero y cuarto
sitios.
Por eso y muchas cosas más el Frente Ciudadano por
México está condenado a sufrir un sonoro y rotundo fracaso el próximo año.
El ridículo que hará Ricardo Anaya, será aparte.