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jueves, 2 de marzo de 2023

El síndrome de Estocolmo

El síndrome de Estocolmo es un fenómeno paradójico en el cual la víctima desarrolla un vínculo positivo hacia su captor como respuesta al trauma del cautiverio y se desarrolla desconfianza hacia la policía.

 En el fraccionamiento de la Marquesa se vive una especie de este síndrome, no porque les agrade su captor, sino porque la seguridad da más desengaño a los vecinos que otra cosa.

 Se ignora quién se encarga de contratar a los guardias de seguridad, pero una moradora de esta colonia me comenta que honestamente no se siente protegida por estos individuos. Al contrario, le provocan una sensación de temor y de que debe cuidarse de ese sujeto que la mira con perversión cuando va en la calle y que se hace llamar el velador.

 ¿Qué preparación necesita un velador para que pueda ejercer su labor de manera correcta? No necesita estudios, pero lógicamente debería de ser alguien de corporalidad fuerte y ágil para que, en caso de que alguien delinca, sea capaz de detener esta terrible acción.

 El velador que trabaja en la Marquesa parece de unos 70 años, me dicen que tiene una panza que no le permite caminar bien y entabla amistad con un perverso jardinero que anda con un machete por las calles de la Marquesa y Montemagno, tocando impertinentemente casa por casa todas las mañanas para hacer trabajos que nadie necesita.

 Es una triste desventaja más de la sociedad xalapeña: quienes son dueños de los comercios que más generan ingresos son a quienes menos les importa el desarrollo de la ciudad. Son quienes a menos les importa que la gente que habita aquí se sienta segura, o esa es la impresión que da esa falta de capacitación que tienen muchos empleados de este tipo.

margl84@gmail.com