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sábado, 13 de marzo de 2021

CNDH revisará caso de Ernestina Ascencio, fallecida en 2007 tras presunta violación por militares

Ernestina falleció por las graves lesiones tras ser presuntamente violada por militares, pero el entonces presidente Felipe Calderón dijo la mujer falleció por “gastritis crónica”

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) anunció la revisión de las investigaciones que esa dependencia realizó en el año 2007 en el caso de Ernestina Ascencio Rosario, una mujer indígena que fue presuntamente violada por soldados en el poblado de Zongolica, Veracruz y que fue catalogado por sus familiares como crimen de estado.

A través de un comunicado, la Comisión liderada por Rosario Piedra Ibarra informó su decisión de que se inicie la revisión de su recomendación 34/2007, con la que la entonces administración, liderada por el exombudsman José Luis Soberanes Fernández, “buscó posicionarse de forma indebida y precipitada” respecto a la grave y múltiple violación a los derechos humanos de Ernestina Ascencio.

Tras 10 horas de buscar recibir atención médica sin conseguirla y posteriormente hospitalizada en un lugar que no contaba con traductores para brindarle la atención médica correspondiente, la madrugada del 26 de febrero Ernestina falleció debido a las graves lesiones que incluían “múltiples desgarros en las regiones vaginal y anal”, según constó en su necropsia.

El caso trascendió debido a que días después de las denuncias correspondientes, el 13 de marzo el entonces presidente Felipe Calderón sostuvo que dicha mujer falleció por “gastritis crónica”, versión que fue avalada por la CNDH el 29 de marzo y posteriormente por la Procuraduría General de Justicia de Veracruz, quien dictó el ejercicio de la no acción penal en el caso.

Hoy, tras 14 años sin recibir justicia, se abre una nueva puerta ante la decisión de la CNDH de abrir la investigación en la que busca aclarar la gravedad de los hechos denunciados en cuanto a la violación al derecho a la vida, garantías y protección judicial, honra, salud, reconocimiento a su identidad, acceso a una vida libre de violencia y a no ser torturada ni recibir tratos crueles, inhumanos o degrandates y a la no discriminación, de los que fue victima Ernestina Ascencio.