Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Primero fue panista, después tuvo un leve coqueteo con
Morena y ahora presume de un romance con el PRI. Te hablo lector de Hugo
Fernández Bernal, ex alcalde de Córdoba y ex legislador, que regresa a la
palestra política como aspirante a una candidatura para una diputación local. El
problema es que regresa con una cola muy larga para que se la pisen.
Checa el dato.
En la recta final de la administración municipal de su
primo Tomás Ríos Bernal en Córdoba, Hugo fue nombrado encargado de Obras
Públicas y en sus manos estuvo la primera etapa de remodelación del mercado
Revolución, que a las pocas semanas presentó grietas y daños en su estructura.
Pero además, redujo los metrajes de cada locatario y generó nuevas islas
comerciales que se las dio a sus cuates panistas.
Ya como alcalde, Hugo Fernández y el síndico José
Antonio Domínguez, fueron denunciados por la empresa SETASA por malos manejos
en la asignación de un predio destinado a la construcción de un relleno
sanitario y operaciones del servicio de Limpia Pública.
En el 2004 la empresa Kormorán lo denunció penalmente y
también al síndico José Antonio Domínguez, por abuso de autoridad y despojo de
un predio. En ese entonces Fernández Bernal estuvo a punto de pisar la cárcel y
si se salvó fue por un acuerdo político entre el PRI y el PAN que lo cubrió de
impunidad.
En el 2016 siendo diputado local, logró por sus
pistolas contratos de obra mediante adjudicaciones directas con el ayuntamiento
de Tomás Ríos Bernal. Uno de ellos fue la construcción de la Sala de Ensayos de
la ex hacienda de San Francisco Toxpan, por 4.36 millones de pesos.
En diciembre de 2020, integrantes del Movimiento
Rescatemos a Atoyac, denunciaron ante la Fiscalía Anticorrupción diversas
irregularidades, así como favoritismo del alcalde Oscar Pimentel con la empresa
Constructora Hugo Fernández SA de CV. Y bueno sería que los integrantes del Movimiento pregunten en la
Fiscalía cómo va su asunto, no vaya a
ser la de malas que lo arrumben por ahí.
Por años Hugo denostó al PRI y a sus militantes a los
que nunca bajó de corruptos. Y lo mismo hizo con los perredistas. Pero al
parecer sufrió un ataque de amnesia porque busca regresar a una curul de la
mano de la alianza que conforman el PAN y los partidos (imagino que ya no tan
corruptos) PRI y PRD.
Quienes lo conocen aseguran que Fernández Bernal es un
sujeto gris que vive rodeado de lujos, pero además un convenenciero que se hizo
a la sombra de personajes como Juan Bueno Torio y los Yunes de El Estero.
Mientras le convino les sirvió y obedeció, pero en 2018 intentó traicionarlos
al coquetear con Morena por una diputación federal y fracasó rotundamente.
Su paso por la Legislatura local fue un desastre. En
2015, siendo presidente de la Comisión Instructora, votó contra el desafuero del
alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes, implicado en el asesinato del periodista
Moisés Sánchez Cerezo.
El argumento que esgrimió fue de lo más cínico al
manifestar que las acusaciones contra Cruz Reyes fueron de “oídas”, a pesar de
que la Procuraduría General de Justicia de Veracruz obtuvo la declaración
incriminatoria del asesino material, el ex policía intermunicipal Clemente Noé
Rodríguez Martínez.
En Córdoba dicen que la conexión entre el PRI de
Duarte y el PAN de Leticia López Landero (actual alcaldesa de ese municipio)
con el PAN estatal de Joaquín Guzmán Avilés, es Hugo Fernández Bernal, quien ya
se frota las manos por la cantidad de obras que puede obtener con Guillermo
Rivas Díaz como presidente municipal.
Para quienes no conocen a Guillermo Rivas Díaz, es un
empresario cordobés dueño de las concesionarias VW en la región, que mintió al
prometer junto con Francisco Portilla como presidente municipal, que lo que fue
transportes Bonampak sería una gran plaza comercial para detonar económicamente
a Córdoba y poderle competir a la Plaza Valle de Orizaba. El inicio de la obra
estaba programado para el 2012 al igual que su conclusión. Y todo quedó en
promesas.
Por lo pronto y con los anteriores señalamientos a
cuestas, Hugo Fernández Bernal se apresta a competir por la candidatura a la
diputación local de la mano de un partido al que quiso traicionar y de otros
dos a los que acusó de corruptos.
Lo que hay que ver en estos tiempos.