COMUNICADO DOMINICAL. Arquidiócesis de Xalapa. 04/10/2020
Los organizadores del evento hablan de una magna
concentración de más de 250 mil personas convocadas tan sólo en un periodo de 3
días; alcanzaron a entregar hasta 153 mil números de registro; sin embargo los
contingentes siguieron llegando y calculaban otros 100 mil; extrañamente las
cámaras que apuntan permanentemente a la plaza del Zócalo dejaron de
transmitir, sin embargo las imágenes proyectadas a través de redes sociales no
dejaron dudas del tamaño de esa concentración que abarrotó la plaza de la
Constitución y amplió el espacio de su ocupación.
Esta magna concentración revela un malestar generalizado
en todo el país; EL PUEBLO NO ESTÁ FELIZ como se repite muchas veces a través
de los micrófonos oficiales; NO VAMOS BIEN, enfrentamos una crisis sanitaria
por el mal manejo de la pandemia que está matando a mucha gente, pronto
llegaremos a los 80 mil muertos según las cifras oficiales; se está dejando
morir a niños con cáncer y falta apoyo de infraestructura en hospitales
públicos; la crisis económica se está sintiendo en todos los sectores de la
sociedad, no existe una ruta de rescate y lamentablemente son los pobres los
más afectados; este año pasarán a engrosar a la pobreza, 10 millones de
mexicanos más, según datos de la Coneval y, la CEPAL; se están dinamitando las
instituciones públicas que costó trabajo y tiempo establecer; la división de
poderes se está debilitando y se promueve la exagerada concentración del
poder.
Vivimos en una crisis continua del Estado de Derecho, un
ejemplo de esto, fue lo que sucedió en Xalapa y en muchas otras ciudades, el
pasado 28 de septiembre de 2020. En el caso de la capital veracruzana, las
autoridades de gobierno dejaron en el completo abandono el edificio de la
catedral permitiendo que un contingente de mujeres pro abortistas rayaran las
paredes y afectaran el recinto religioso. Con esta omisión cómplice pusieron en
riesgo además a un grupo de creyentes que de forma voluntaria y exponiendo su
integridad física, se apostaron a la entrada de las puertas para proteger el
espacio religioso. Condenamos todo tipo de expresión vandálica que atenta
contra el orden y la seguridad los templos.
Se sigue observando lamentablemente que algunos
servidores públicos pasan por encima de la Constitución y se actúa con
arbitrariedad; en círculos de alto nivel se mantiene signos de corrupción y de
impunidad; se llega al cinismo de creer que con repetir muchas mentiras se
puede cambiar la realidad.
A nivel nacional, el gobierno federal como el poder
legislativo mantienen y promueven políticas en contra de la vida, de la familia
y de las libertades fundamentales. Tal es el caso de lo que se aproxima en
estos días de octubre. En el Senado de la república, el próximo 6 de octubre,
se votará la ley mordaza que prohíbe las terapias de ayuda a personas con
orientación homosexual o lésbica; el día 7 de octubre se votaría en comisiones
una iniciativa que llevaría a legalizar el aborto. En ambos casos son
iniciativas morenistas. Las políticas públicas están implementando la ideología
de género que atenta contra la ley natural y la ciencia.
Reconocemos el poder de convocatoria que ha tenido el
movimiento ciudadano FRENAA y a todas las personas que de forma voluntaria
viajaron hasta la ciudad de México haciendo uso de su derecho a manifestarse y
a defender sus derechos. Muchos de los reclamos que ahí se llevaron están
presentes en mucha gente, aunque no pertenezcan a este movimiento de
ciudadanos.
Las autoridades no deberían extrañarse de que los
ciudadanos les exijan resultados y un mejor rumbo en la administración pública.
El pueblo no puede ser indiferente ante tantos agravios y falta de resultados.
Hacemos votos para que estos reclamos se canalicen a
través de los vías democráticas que tenemos los ciudadanos para hacer los cambios
sustantivos que necesita nuestro país.
P. José Manuel Suazo Reyes