Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
El pasado viernes fue detenido en Álamo, el comandante
de la policía municipal Guillermo “N” y seis de sus elementos acusados de tener
nexos con una banda delincuencial. Quien encabezó el operativo fue el
Secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado auxiliado por miembros
del Ejército y la Marina.
De acuerdo con información periodística, al momento de
su captura Guillermo “N” reconoció haber recibido fuertes sumas de dinero del líder
del grupo delictivo La Sombra. Mientras que los policías Daniel Antonio “N”,
Martín “N”, Filiberto Alejandro “N”, Pedro “N”, José Israel “N” y Francisco
Javier “N” habrían participado en delitos perpetrados en esa zona.
Dos días después el alcalde de Álamo, Jorge Vera
Hernández, dijo en un video que antes de la detención, tuvo una reunión “muy
productiva” con Hugo Gutiérrez y elementos de la Fuerza Civil, Marina y
Ejército “a quienes agradezco la disponibilidad que han mostrado siempre para
las tareas de coordinación de seguridad ciudadana en beneficio de todas las
familias alamenses”.
Lo cierto es que don Jorge recibió el calambrazo de su
vida al tener frente a su escritorio a parte de la plana mayor de la seguridad
en Veracruz. Y nadie cree que haya tenido una reunión “muy productiva” con
Gutiérrez Maldonado.
A renglón seguido dijo: “Posterior a dicho encuentro
se separó del cargo a algunos miembros de nuestra policía municipal, incluido
el director, para atender los señalamientos que se les realizan”. Aunque debió
decir “señalamientos que se les imputan”.
Y luego vino el lavatorio de manos y los golpes de
pecho: “Como gobierno municipal hemos mostrado toda nuestra disponibilidad y
cooperación porque no tenemos nada que ocultar. Confiamos en que las acciones
se realicen con el debido proceso sujeto a derecho y que cada quien enfrente la
responsabilidad que le corresponde. Muy especialmente y con toda honestidad se
los digo: soy el principal interesado en que todos los miembros de la función
municipal que encabezo sean de rectitud en su actuar. Porque como lo he dicho
siempre: de ninguna manera permitiré la corrupción al interior del gobierno
municipal”.
Aquí se supone que entrarían los aplausos, pero…
¿Qué está pasando con las autoridades nombradas por
Jorge Vera? Esta no es la primera vez que le detienen a un jefe policiaco.
En junio del 2012 durante su segundo periodo como
alcalde (porque lleva tres con el actual), elementos de la Marina detuvieron al
Comandante de la Policía Municipal, Manuel Ulises “N”, que había sido designado
para el cargo por Vera Hernández el 12 de marzo de ese año, luego de que el
titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Sandro García García, “abandonó”
su oficina tras ser requerido por la Subprocuraduría Especializada en Investigación
de Delincuencia Organizada.
Y ahora sucedió lo mismo con Guillermo “N” y seis
policías en un municipio donde la violencia se ha acentuado en los periodos de
gobierno de Vera Hernández.
El alcalde pide que cada quién enfrente la
responsabilidad que le corresponde y aquí viene la pregunta ¿él enfrentará la
suya? ¿Es ajeno a lo que hacían sus policías?
¿Qué sigue después de estas detenciones?
El librito de la política dice que el Congreso debe
promover un juicio de procedencia contra el munícipe porque quizá tiene mucho
que contar sobre sus policías y en torno a la violencia e inseguridad que vive su
municipio. Pero para que las cosas sean más sencillas el propio alcalde puede solicitar
un permiso para ausentarse del cargo “a fin de no entorpecer las
investigaciones”.
Si como él
mismo dice nada tiene que ocultar, nada debe de temer.
Pero si está embarrado en el ajo, Jorge Vera debe
preparar sus maletas y un buen plan de fuga, porque quizá más pronto de lo que
imagina el mundo se le puede venir encima.
