“La soledad es una cámara frigorífica. Solo produce amargura.” – Yasmina Khadr.
En
el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer a celebrarse el
próximo 08 de marzo, son cientos los casos en los que la sociedad en su conjunto
aplica una especie de cosificación sistémica contra las mujeres, vulnerando con
ello, sus derechos humanos elementales.
Uno
de esos casos es precisamente el que ocurre en contra de una joven funcionaria
del Poder Judicial del Estado de Veracruz, a la que de manera reiterada le han
venido atacando, simplemente por ser mujer, es así como seguimos el caso de la
Directora de Administración del Poder Judicial del Estado de Veracruz, Joana
Marlen Bautista Flores.
La
funcionaria semana tras semana recibe infundados señalamientos en redes
sociales, inclusive medios de comunicación y hasta reconocidos comunicadores
han cosificado su persona, al punto de emitir afirma, la joven funcionaria
infundios que por el nivel de violencia serán denunciados como violencia
política de género por parte de grupos defensores de los derechos de la mujer.
El
caso de los ataques contra Joana Marlen, ha llegado a un punto que se ha
convertido en caso de estudio por parte de expertos en Derechos de la Mujeres
en la capital del Estado y en la Ciudad de México, dónde activistas que llevan
una intensa agenda están ofreciendo respaldo a la funcionaria del PJEV.
A
Joana Marlen no solo la atacan en sus funciones, también ha sido violentada en
su vida personal a lo largo de varios meses.
Y
a pesar de lo anterior, dentro su encargo ha entregado resultados como la
histórica reducción presupuestal, encaminado a las políticas de austeridad del
Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Tal
vez sus logros como una eficaz funcionaria pública, no son del agrado de
muchos, pero finalmente si están apegados a los criterios transformadores del
nuevo régimen gubernamental.
Y
aun cuando sus tareas debieran estar alejadas de toda connotación política, su
responsabilidad como funcionaria de una dependencia de Gobierno, es apegarse a
los criterios de austeridad republicana que mandata el Plan Nacional de
Desarrollo 2018-2024.
Es
increíble que medios y profesionales de la información descarguen sus
frustraciones en contra de las mujeres al cosificar su condición de mujer cual,
si fueran simples objetos de ornato, por no prestarse a realizar actos de
corrupción o cochupos.
Por
principio de cuenta, ese proceder transgrede lamentablemente el mismo Código
Deontológico del periodista, que señala que se deberá siempre actuar con
respeto a la verdad, siempre abierto a la investigación de los hechos,
empleando la objetividad aunque se sepa inaccesible, siempre contrastando los
datos con cuantas fuentes periodísticas sean precisas, diferenciar con claridad
entre información y opinión, enfrentar, cuando existan, las versiones sobre un
hecho, respetar la presunción de inocencia y rectificar las informaciones
erróneas.
Por
el buen nombre de medios y compañeros, sería bueno hacer un alto y rectificar
la forma en cómo se dicen las cosas de las mujeres, porque aun cuando pudieran
incurrir en faltas o no en la misma función pública, el trato que merecen
deberá obedecer a lo que las Leyes nos marcan, sino al rato la violencia, los
feminicidios, y otras formas de agresión se institucionalizan en un mundo ya de
por sí violento, que por absurdo que parezca nos tiene al borde de la extinción
masiva de la humanidad.
Al
tiempo.
astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx