En el Estado de México se vive un país gobernado todavía por el PRI con todas sus virtudes y defectos. Ingresar al Estado de México es viajar por el tiempo, de inmediato los agentes de tránsito alcanzan a los automovilistas cuyos vehículos no tienen placas del estado para extorsionarlos, o si se llega en transporte público existen muchas posibilidades de ser asaltado.
Para llegar a la Ciudad de México debe tocarse tierra mexiquense en la mayoría de los casos, a menos que se provenga del estado de Morelos, de tal suerte que puede decirse que la capital el país está rodeada por ese territorio tierra de nadie. Y es que los intereses que están en juego en la entidad son tan ilícitos como evidentes.
Tal es el caso de las carreteras, donde las casetas de cobro volvieron a aumentar sus precios. El 15 de febrero fue anunciado el incremento y entrada en vigor en las tarifas de las carreteras México-Toluca, Peñón-Texcoco y Ecatepec-Pirámides. Todas concesiones a una empresa particular, la española OHL, que también es encargada de los permisos de mantenimiento, operación y explotación por medio de cobro de peaje.
La autopista México-Toluca pasó de 94 a 97 pesos, se informa en el nivel tarifario de la empresa; mientras que La Marquesa-Lerma, o también conocida como la “Peñapista” fue de los 59 a los 64 pesos. Los ajustes tarifarios también fueron perceptibles en otros puntos del Estado. Para la Ecatepec-Pirámides, el ajuste fue de los 87 a los 91 pesos. El TPDV registrado en el primer trimestre del año pasado fue de 32 mil 979 unidades diarias.
Tales abusos se deben según los concesionarios a que deben recuperar lo que dejaron de ganar hace un año a causa de la pandemia, cuando se desplomaron los ingresos por ese concepto, cuando se redujeron en 42 por ciento los ingresos.
Es decir, que las concesiones que otorgó el ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, no pierden nunca y si pierden se desquitan con los bolsillos de la población para resarcir su disminución en las ganancias.
De seguir vivo Ruiz Esparza seguramente estaría investigado y encaminado a la cárcel como sucede con muchos ex funcionarios públicos del pasado que tomaron el dinero de los ciudadanos como propio, porque sus prestanombres y la gente que está incrustada todavía en la dependencia federal sigue autorizando el alza de tarifas y otorgando concesiones que tienen mucho de ilícitas.
El desvío de dinero, de recursos materiales y humanos que se utilizaron en las carreteras de los últimos regímenes invadieron todo el país y no faltan funcionarios públicos que todavía siguen enriqueciéndose con los caminos, puentes y autopistas que tienen concesiones y que aumentar tarifas continuamente y sin límite.
Una de las familias que tienen importantes intereses en los caminos del territorio nacional es la de Miguel alemán Velasco, quien a través de prestanombres inundó de corrupción las carreteras del país y lo sigue haciendo impunemente, a través de personajes como Ricardo Lara y otros lobos con piel de oveja que se dicen empresarios y sólo monopolizan materiales y explotan a los trabajadores violentando sus filiaciones sindicales.
El aumento en las cuotas de peaje son un ejemplo claro de una actividad que debe ser regulada cuanto antes, porque ahorcan la libre circulación de los mexicanos por los caminos que le pertenecen. Seguimos investigado este tema plagado de irregularidades
El Estado de México es tierra de nadie, un lugar sin ley y sin justica, bastión del pasado donde la impunidad gobierna.
PEGA Y CORRE.- México ya cuenta con una vacuna contra el coronavirus, probada y comprobada en humano. Algo histórico que poco se da a conocer… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
