Dr. Rafael Vela Martínez
Hoy, la
Universidad Veracruzana enfrenta una doble problemática:
- La transgresión a su marco legal. La
decisión de la Junta de Gobierno de otorgar, de manera ilegal, una
prórroga de cuatro años al actual rector Martín Aguilar Sánchez, rompe con
los principios normativos que regulan la vida universitaria. Esta medida,
percibida como un acto de control político por parte de grupos de poder,
ha despertado una inconformidad generalizada en la comunidad
universitaria. La Universidad, en lugar de ser un espacio de debate
académico libre y autónomo, corre el riesgo de convertirse en un
instrumento al servicio de intereses ajenos a su misión educativa y
científica.
- El retroceso en la mayoría de los
indicadores académicos y de calidad
de la actual administración son alarmantes: en el ranking internacional Quacquarelli Symonds, la UV se ubica en el lugar 1,483 de 1,500 universidades evaluadas a nivel global y ocupa el último lugar entre las 32 universidades mexicanas consideradas. Este deterioro no solo afecta su prestigio, sino también el valor del título que obtienen sus egresados, debilitando sus posibilidades de competir en un mercado laboral cada vez más exigente y globalizado.
Restablecer
la legalidad en la Universidad Veracruzana no es un tema burocrático, es la
única forma de devolverle su misión: ser autónoma y libre de intereses
políticos; ser líder nacional e internacional en investigación y formación
profesional; y, sustancialmente, ser motor de la economía veracruzana,
generando innovación, conocimiento y emprendimiento. Una universidad que
viola su propia normatividad no puede exigir excelencia ni formar líderes
éticos. La legalidad es el cimiento para reconstruir la confianza, elevar la
calidad académica y recuperar el prestigio perdido.
La
gravedad de esta crisis no se limita al presente: compromete el futuro de las
nuevas generaciones de estudiantes. En un mundo donde la inteligencia
artificial, la automatización, la biotecnología, las energías limpias y las
nuevas industrias creativas están transformando la economía global, la UV
debería estar formando profesionales con las competencias necesarias para
liderar esos cambios. Sin embargo, la falta de un proyecto académico de la
actual administración de Rectoría, la carencia de visión y de inversión en innovación, ciencia
aplicada y vinculación con el sector productivo, está dejando a los jóvenes
veracruzanos en desventaja frente a sus pares de otras universidades del país y
del mundo.
Esto
significa pérdida de oportunidades laborales, menor capacidad para generar
emprendimientos de alto valor y un rezago que podría volverse irreversible si
no se toman medidas inmediatas. Lo que está en juego no es solo la reputación
de la UV, sino la posibilidad de que Veracruz forme parte de las economías del
conocimiento y la innovación; pero sobre todo, que se convierta en líder
nacional en productividad y desarrollo.
Está
claro que actualmente en nuestra entidad enfrentamos retos en infraestructura,
inversión, competitividad y bienestar social, justamente por ello es que
nuestra Alma Mater debería ser el motor estratégico del desarrollo económico,
pues es evidente que su papel no solo radica en formar profesionistas, sino en:
- Generar investigación de frontera
en áreas clave para el desarrollo sostenible de Veracruz.
- Fomentar la transferencia
tecnológica hacia las empresas locales para incrementar su competitividad.
- Impulsar industrias culturales y
creativas como fuente de empleo y proyección internacional.
- Vincular a sus estudiantes con
proyectos reales que fortalezcan la economía regional.
- Ser un referente nacional en la
formación de líderes para los sectores público y privado.
No habrá
transformación posible sin legalidad; es necesario que se respeten los procesos
democráticos internos que marca la ley: Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana;
Ley de Autonomía y Reglamento General; es más, es fundamental garantizar la
transparencia en las decisiones y elegir a las autoridades bajo el
procedimiento que marca la normatividad universitaria, para recuperar la
confianza de los universitarios. La Universidad Veracruzana no puede resignarse
a ser una institución rezagada: Veracruz
necesita que su universidad sea líder entre las universidades públicas y
privadas del país; una institución innovadora y con visión global, capaz de
impulsar el talento de sus jóvenes y de convertirse en socio estratégico del
desarrollo económico y social de la entidad.
Quienes
estamos buscando la protección de la justicia federal para reestablecer el
orden legal que debe prevalecer en nuestra universidad, tenemos claro que defender
la legalidad no es solo un acto jurídico: es la primera piedra para reconstruir
el futuro de nuestra Alma Mater y garantizar que las nuevas generaciones tengan
las oportunidades que hoy se están perdiendo.
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al correo: rvelam_1@hotmail.com