Cinco años después de su inauguración como espacio de memoria feminista, la obra presenta graves daños estructurales y abandono oficial, mientras colectivas comienzan a organizar su rescate.
El mural Históricas, ubicado en el Viaducto de Xalapa, presenta daños visibles y estructurales severos, tras más de cuatro años sin recibir mantenimiento. La pieza, inaugurada el 5 de mayo de 2020 como homenaje a mujeres clave en la historia de México, sufre filtraciones, desprendimientos de sellado y exposición de varillas, evidenciando un abandono institucional que pone en riesgo su permanencia.
La obra fue promovida por colectivas feministas locales como una forma de visibilizar la lucha de las mujeres en el espacio público. Pero hoy, las condiciones climáticas de la capital veracruzana, sumadas a la falta de conservación por parte de autoridades municipales y estatales, han acelerado su deterioro. Colectivos de mujeres en Xalapa confirmaron que ya discuten acciones para rescatar el espacio, cuya importancia simbólica rebasa lo estético.
El mural, que forma parte de la estructura del puente vehicular, fue concebido como un sitio de expresión política y cultural en una ciudad históricamente atravesada por luchas sociales. En su trazo se representan mujeres que han sido clave en la historia nacional y local, como respuesta visual y permanente a la invisibilización histórica del papel femenino en la vida pública.
Desde su inauguración en 2020, no se han realizado labores sistemáticas de mantenimiento, según confirmaron fuentes cercanas a colectivos que participaron en su elaboración. La humedad acumulada y la exposición constante a las lluvias han generado no solo daños superficiales, sino también deterioro estructural, con varillas al descubierto que podrían afectar incluso la seguridad del paso vehicular.
Hasta el momento, no hay pronunciamiento oficial del ayuntamiento ni del Instituto Veracruzano de la Cultura sobre planes de restauración o preservación de la obra. Sin embargo, activistas y artistas que participaron en su creación advierten que la omisión de las autoridades no solo compromete la integridad del mural, sino que niega el derecho colectivo a la memoria, especialmente tratándose de un símbolo ligado a la lucha por los derechos de las mujeres.
En redes sociales, las imágenes recientes del mural muestran el desgaste acumulado: colores deslavados, grietas en los muros, moho en los bordes y tramos metálicos expuestos. Para quienes lo pintaron y para muchas otras mujeres que lo consideran parte de su historia, el daño no es únicamente material.
“El olvido también es una forma de violencia”, dijo en entrevista breve una de las participantes del proyecto, quien solicitó anonimato por seguridad. “No cuidar este mural es no cuidar lo que representa: las voces de miles de mujeres que han exigido justicia en esta ciudad”.
La situación actual del mural Históricas reabre el debate sobre la responsabilidad de los gobiernos en la conservación del arte urbano con contenido social, particularmente aquel que nace de procesos colectivos y busca provocar reflexión política en el espacio público. Para muchas, dejarlo caer equivale a borrar, poco a poco, el testimonio que quedó grabado en concreto y pintura.
Mientras tanto, las colectivas feministas en Xalapa afinan propuestas para restaurarlo, ya sea con recursos autogestivos o exigiendo el respaldo institucional que hasta ahora se ha negado. La memoria no se pinta una sola vez, dicen: se cuida, se defiende, se restaura. Aunque el concreto se agriete, la lucha sigue firme.
