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lunes, 1 de septiembre de 2025

Medio siglo del DUX y una vida de crónicas

 Al Estilo Mathey

Gustavo Cadena Mathey (Premio Nacional de Periodismo otorgado por periodistas de la Ciudad de México)


Buen día, querido lector:

Este sábado no fue uno cualquiera. Fue un reencuentro con la memoria, con los rostros que alguna vez llenaron de gloria los campos de Xalapa, y con los ecos de una época que se niega a desvanecerse. Celebramos 50 años del Deportivo Universitario Xalapeño (DUX), pero también medio siglo de historias que se tejieron entre goles, crónicas y amistades que el tiempo no ha podido borrar.

Para mí, fue como abrir un viejo álbum de recortes del Diario de Xalapa, donde comencé como corrector de pruebas, soñando con escribir sobre los héroes del balón. Gracias al maestro Homero Guerrero Alvarado y al siempre visionario Don Rubén Pabello Acosta, ese sueño se volvió realidad. Recuerdo como si fuera ayer cuando Homero me preguntó si quería ser reportero. “Por supuesto, si me enseña usted”, respondí con el corazón latiendo fuerte. Y así, con la venia de Don Rubén, comenzó mi travesía por las canchas y las redacciones.

El DUX nació en 1975, impulsado por el rector Roberto Bravo Garzón, con el entusiasmo de Gerardo Gallegos Cázares y la entrega de Godofredo Forzán Portilla. Era más que un equipo: era el orgullo de la Universidad Veracruzana, el alma deportiva de Xalapa. Cubrí mi primer partido entre el DUX y los Osos Grises de Toluca, con el legendario Roberto Matosas. La nota fue larga, como lo eran mis ganas de contar cada detalle.

Este sábado, Ariel Ortiz, como voz cálida de Radio UV, lo dijo mejor que nadie:

“El DUX fue más que fútbol. Fue identidad, pasión y comunidad. Cada partido era una historia, cada jugador un símbolo de entrega.”

Y ahí estábamos, en los campos de la USBI —los antiguos Juárez— viendo a los veteranos del DUX enfrentarse a Venusca. Muchos soltaron la polilla con alegría, impulsados por el incansable Enrique “El Batman” Ramírez. Fue un partido breve, pero cargado de emoción, como si el tiempo se hubiera detenido para rendir homenaje.

Hubo también momentos difíciles, como el susto que nos dio Miguel Ángel Maldonado “El Baby”, quien sufrió un preinfarto. Gracias a la rápida acción de Miguel Ángel Viveros y otros compañeros, hoy se recupera.

En próximas entregas, prometo recordar nombres, anécdotas y gestos que merecen ser contados. Porque el DUX no solo jugó fútbol: sembró recuerdos que florecen cada vez que alguien dice “yo estuve ahí”.

Y como siempre, no olvide cuidar el agua, las plantas, nuestra paz y democracia. Usted sabe cómo. Y por lo mismo, tratar de ser felices.

📩 gustavocadenamathey@hotmail.com