Víctor Murguía
Sucede que la batalla por la sucesión se adelantó mucho, en detrimento de la gobernadora Rocío Nahle y en beneficio de sus opositores.
La Gobernadora prácticamente no tuvo “luna de miel” con los veracruzanos y grupos políticos. Aún no llega a su primer informe y todo son reclamos, señalamientos, acusaciones, fallas y pocos aciertos.
En parte esto es consecuencia de que perdió con la elección de alcaldes y no hay forma de componer los resultados.
Agrégale lector que el presupuesto está restringido, que los colaboradores en su mayoría son ineficaces y que no existe un plan claro de gobierno.
Además, por si algo faltara, la inestabilidad política nacional lógicamente repercute en un estado que es de gran interés para los grupos de Morena que igualmente están en guerra abierta.
Así las cosas, el senador Manuel Huerta (Morena) ha encontrado campo fértil para su objetivo de ser gobernador a finales de 2030.
Va adelante de todos, dentro del mismo Morena y de los de oposición, en donde aún no se ve claro quién pudiera encabezar una candidatura fuerte.
Un día critica a quienes gobiernan en Veracruz, otro atiende a productores, al siguiente participa en el Senado, después se adelanta y les come el mandado de las posiciones que van quedando vacantes y así semana tras semana.
Va solo el Senador, muy adelante, pero falta mucho en esta carrera que tiene por premio la gubernatura de Veracruz.
Las zancadillas y patadas que le han metido no lo tiran, les tiene tomada la medida a sus enemigos internos en Morena, solo falta que no termine enredándose solo, como llega a suceder en estos casos.
¿La Gobernadora querrá dejar sucesor o sucesora? La gran mayoría de los gobernadores veracruzanos lo han querido hacer, pero no han podido.
No veo por qué la actual no quiera influir en su sucesión. Lo intentará y tratará de recomponer el camino a partir de 2027, con las candidaturas (y triunfos) a las diputaciones federales.
El tiempo dirá si podrá influir o cómo jugará en la sucesión, si será factor importante o solo espectadora, si respaldará al candidato de Morena o jugará las contras.
Mientras tanto, en su gabinete, en la actualidad, solo al secretario de Gobierno, Ricardo Ahued, se le ven posibilidades de poder estar en el rejuego sucesorio.
No le ha ido bien a Ahued, su imagen como alcalde a la que tiene ahora es distinta, sin embargo, el secretario de Gobierno ha aguantado vara, por algo será. Algo quiere, dirán, y eso no puede ser otra cosa que la candidatura grande.
En Morena también comentan que Juan Javier Gómez Cazarín, delegado de Bienestar, busca ser el candidato en 2030. Si tiene suerte puede que lo sea, a la Cámara de Senadores o a diputado.
Por la oposición aún no hay claridad.
Falta mucho tiempo, pueden argumentar. Si en Morena están adelantados es porque ellos tienen el poder y se entienden sus pleitos, pero en la oposición es donde más deben apretar el paso, precisamente porque ante la fuerza y cómo opera Morena, requieren de una figura con peso, bien posicionada, con buena imagen y eso no se logra de la noche a la mañana.
El PRI y el PAN, como partidos, siguen dormidos. En Acción Nacional no hay en la actualidad ninguna figura local, sus alcaldes salientes se perdieron y sus diputados están en las mismas.
Movimiento Ciudadano, con un buen número de alcaldías hasta 2029, deberá jugar la sucesión de mucho mejor manera a como lo hizo el año pasado, cuando lo etiquetaron de esquirol al postular a una persona que no tenía la opción de ganar y le hizo segunda a la candidata de Morena.
Si después vino el rompimiento, con MC, no con su candidato que fue premiado este año con una candidatura a alcalde que desaprovechó, es otra cosa.
Por otra parte, político de tiempo completo, Pepe Yunes sigue en su labor de reunirse con grupos políticos y organizaciones sociales, lo mismo en ciudades que en el campo. El tiempo y las circunstancias marcarán sus oportunidades.
Y también tiene su proyecto el diputado Héctor Yunes.
Ya veremos quién o quiénes más se suman, pero hay una realidad en Veracruz, el proceso de la sucesión se adelantó mucho y eso, en lo inmediato, le causa mucho ruido a la Gobernadora.