Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
El 1 de diciembre del 2004, mientras en Veracruz
Miguel Alemán entregaba la estafeta de la gubernatura a Fidel Herrera sin que
se registrara ningún incidente, en Oaxaca Ulises Ruiz tomó posesión en medio de
una gritería infernal provocada por miles de manifestantes que lo acusaban de
haber hecho fraude en las elecciones.
Ulises llegó al Congreso custodiado por elementos de
seguridad y entre las cosas que dijo destaca esta perla: “Reitero que en mi
gobierno la ley sin compromisos será desde hoy la razón cardinal que guiará mis
actos, la que no permitirá la arbitrariedad individual ni los costos de grupo.
Ningún espacio a la impunidad, ningún privilegio para nadie”.
Nunca lo cumplió.
Su gobierno se caracterizó por ser represor,
autoritario y corrupto.
Fresca en la memoria de los oaxaqueños está la
manifestación que el 22 de mayo del 2006 organizaron miles de maestros de la
Sección 22 de SNTE, en demanda de aumento salarial. Tras la manifestación
hicieron un plantón indefinido en el centro de Oaxaca que estranguló toda
actividad.
Si bien es cierto que los maestros iban en plan de
guerra, a Ulises Ruiz le faltó tacto y capacidad política para resolver el
problema. Esto ocasionó que los manifestantes respondieran bloqueando carreteras
y el aeropuerto, además de hacer desmanes en edificios públicos.
La madrugada del 14 de junio el gobernador
ordenó a la fuerza pública que retomara el centro de Oaxaca. Y estalló la
violencia.
La refriega que duró varias horas, dejó
como saldo más de 90 heridos entre maestros, menores de edad y elementos de
seguridad. Aún así el gobernador aseguró que no hubo enfrentamiento y que su
gobierno siempre mantuvo disposición al diálogo.
Su pésima actuación como mandatario
estatal fue causa de que el PRI perdiera por vez primera una elección en
Oaxaca. En 2010 y muy a su pesar, Ulises Ruiz entregó el gobierno al priista
transmutado en panista, perredista y convergente Gabino Cue, a quien había
“ganado” la elección seis años atrás.
Ulises Ruiz ha pasado a la historia como
el peor gobernador de Oaxaca (y miren que ha tenido varios ese sufrido estado).
Aparte de los señalamientos de represor, autoritario y corrupto, se le acusó de
desviar recursos, abuso de autoridad, nepotismo y se pidió juicio político en
su contra. Pero hasta la fecha nada con el juicio político.
A no dudarlo, es uno de los peores activos
que tiene el PRI
Este sujeto, estuvo el miércoles en Xalapa como parte
de su gira proselitista para ocupar la presidencia nacional de ese partido y
aprovechó el viaje para dar clases de ética y moral políticas.
Quien presumía su cercanía con sujetos impresentables
como Javier Duarte y Roberto Borge, ahora los acusa de haber sido causantes de
la derrota del tricolor en las pasadas elecciones.
Quien se ufanaba de su amistad con Enrique Peña Nieto,
ahora lo acusa de pertenecer “a la generación de la vergüenza”. Y quien hizo y
deshizo en el PRI oaxaqueño, ahora dice que el partido se debe reestructurar y
dejar de lado las imposiciones de amigos, amigas y amantes.
De ese vuelo estuvieron las declaraciones de Ulises
que las profirió sin el menor rubor.
Este sujeto arbitrario y tramposo que tiene todos los
negativos de un pésimo y repudiado político, se siente con atributos necesarios
para dirigir al tricolor. Y en una de esas lo puede lograr.
Si el en PRI piensan seguirse sosteniendo
con tipos trácalas, fulleros, corruptos, ladrones y nefastos, Ulises Ruiz está
que ni mandado a hacer.
Así que si un día nos amanecemos con la
noticia de que este oaxaqueño es el nuevo líder nacional del tricolor, que
nadie se llame sorprendido.
Suerte don Ulises.