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La importancia de la participación de miles de
ciudadanos
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Ahora sí el pueblo sabio, salió a las calles a
manifestarse
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Lograron lo que ningún partido político ha
podido hacer
Por Miguel Ángel Cristiani González
Más allá de la defensa del Instituto Nacional
Electoral, lo más trascendente de la marcha ciudadana del domingo por las
principales ciudades del país, es el hecho de que miles y miles de mexicanos
hayan salido a las calles y avenidas, para manifestar su opinión sobre la
política de gobierno.
Lo verdaderamente significativo es que la
ciudadanía haya respondido de manera libre a manifestarse en contra de una
propuesta de Reforma Electoral del presidente de la república Andrés Manuel
López Obrador.
Por primera vez muchos ciudadanos que por lo
general no acuden a las marchas y manifestaciones públicas, ahora sí lo
hicieron.
No solamente los políticos, sino también
académicos, profesionistas, amas de casa, estudiantes, trabajadores, lo que
constituye el pueblo de México, participaron en la marcha.
Aunque como dice Pancho López el filósofo
ateniense xalapeño, no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Porque los morenistas en el poder, primero
trataron de minimizar la cantidad de personas que participaron y luego
recurrieron a la descalificación.
No importa el número exacto de participantes,
si fueron diez, cien o cientos de miles, lo destacable es que muchos de quienes
no acostumbran salir a participar en las manifestaciones, ahora sí lo hicieron.
Y es que uno de los factores de la democracia
es precisamente ese, el que los ciudadanos participen y manifiesten sus libres
opiniones, a favor o en contra.
Lo que no se vale es que se insulte a quienes
no opinan igual.
Aunque entre las batallas de cifras y
estadísticas que cada quien manejó a su conveniencia, lo que no se puede
ocultar es que no es ya una mayoría de mexicanos los que están apoyando las
iniciativas de ya saben quién.
Y es que la marcha también prendió los focos
rojos, porque más allá de lo que se ha venido manejando en encuestas
patrocinadas, la movilización del domingo, no la ha logrado ningún partido
político.
En la marcha, no hubo acarreados, ni pago de
transportes, cada quien llegó por sus propios medios.
Fue una expresión ciudadana no solo para
defender el INE y el sistema democrático, sino también para decir ¡Ya basta!
Ya basta de querer aparentar una realidad que
no es la que se vive por la población.
De que ante los cuestionamientos críticos y
demandas sociales, se responda con argumentos falases.
Los legisladores, diputados y senadores,
tienen que responder al reclamo ciudadano para que no se desaparezca el INE
como se pretende y sustituirlo con otra ocurrencia que para lo que servirá es
para poner a consejeros y funcionarios a modo del poder ejecutivo.
Habría que aclarar que la marcha convocada
para defender al INE, no significa tampoco que el pueblo sabio, que ahora sí
salió a las calles, no apoye la desaparición de los diputados y senadores
plurinominales o de los institutos locales electorales como el OPLE Veracruz,
que en efecto representan una pesada carga económica.
Habrá que estar pendientes de lo que se
apruebe y modifique con la llamada Reforma Electoral, porque no solamente se
trata de desaparecer el INE para sustituirlo por otras siglas, también se
pretende que los consejeros sean nombrados a propuestas del Poder Ejecutivo y
el Legislativo con una votación popular.
Las manifestaciones no solamente se dieron en
México, sino que alcanzaron a otros países en donde radican mexicanos, que
fueron a gritar en las puertas de las embajadas su respaldo al INE y rechazo al
autoritarismo.
Por la magnitud de las manifestaciones
ciudadanas, ahora los dirigentes de los partidos políticos, tendrán que actuar
en congruencia con la demanda de no desmantelar a las instituciones, como ya se
ha venido haciendo infructuosamente con otras que han fracasado, luego de los
cambios ordenados.
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