Perfilando
* Argeniz y Eric Cisneros
Por Iván Calderón
Indudablemente el gobierno de Cuitláhuac García
Jiménez estará enmarcado en la mitad por lo que haga él y la otra mitad en lo
que determinen las circunstancias, y si esto le agregamos la “mala sombra” que
arrastrará por las influencias negativas que lo rodean, el gobernador
veracruzano vaya que tendrá que ser muy inteligente en las futuras decisiones
que disponga, y no convertirse en un ápice del fidelismo, o peor aún, en un
duartismo renovado, corregido y aumentado.
Una versión 2.0, pues.
Si bien es cierto que los primeros meses de
gobierno de García Jiménez serán de conocimiento y se desarrollaran en
circunstancias complicadas, difíciles y drásticas, pues su inexperiencia es
tangible. También es verdad que todo lo que haga o deje de hacer será tomado
muy en cuenta por los diferentes sectores de la sociedad, quienes votaron no
por un hombre o un proyecto, si no por un cambio de régimen y exigirán
expeditos resultados.
De esta forma, aún y con toda la buena voluntad
que pueda demostrar García Jiménez esta no le será suficiente, pues la sola
voluntad ciega se vuelve ineficaz más pronto que tarde, y el mandatario de
estado estará obligado en aprender de los bemoles de la política, así como de
la administración pública, haciéndose responsable de un gobierno de más de 8
millones de veracruzanos, es un estado que tiene pinceladas de nación.
García toma un estado con una complejidad
política muy delicada.
La neta.
Por su novatez, las organizaciones sociales
beligerantes querrán hacer nuevamente de las suyas cerrando avenidas y tomando
oficinas, sus acuerdos y concesiones políticas para ascender al poder le
estarán pasando facturas. Y lo más delicado, es que algunos de sus operadores
traen ya en su código genético las viejas prácticas de corrupción que la
“cuarta transformación” jura en exterminar.
Antes de cometer cualquier disparate,
Cuitláhuac debería de empezar a proceder con conocimiento de causa sobre la
situación de Veracruz, ejecutar cada una de sus acciones con toda una serie de
procedimientos basados en el cálculo, mediante asesorías adecuadas, buenas
deliberaciones y con estrategia para enfrentar cada uno de los retos que
seguramente confrontará.
En fin, el jefe de las instituciones del estado
debe de alzarse como tal, y no permitir que tomen juicios y decisiones a su
nombre.
Caray, lo infame sería que pasara igual como
con Javier Duarte, que fue cegado de tal manera que pensaba que gobernaba,
cuando solo era un títere e instrumento de muchos que cogobernaron la entidad y
se enriquecieron de manera descarada.
De ser así, estaremos fritos.
POR CIERTO el alcalde de Santiago Tuxtla Argeniz
Vázquez Copete manifestó que tanto el Secretario de Gobierno Erick Cisneros
Burgos como el Gobernador del Estado Cuitláhuac García Jiménez, deben de
atender la situación que hoy enfrenta su municipio con la toma del palacio
municipal desde hace más de un mes y reprobó que sólo sea un grupo mínimo de
personas los que tienen secuestrado el palacio municipal, impidiendo todo tipo
de trámite administrativo a la ciudadanía y dijo se ha convertido en un tema
personal hacia su persona.
“Vamos a buscar al Secretario de Gobierno y al mismo
Gobernador, estoy seguro de que el Gobernador Cuitláhuac García viene a
trabajar en conjunto con los alcaldes con los que han dado resultados a la
ciudadanía”.
Ya veremos la respuesta de la administración estatal.
De tarea.
@IvanKalderon