Bernardo Gutiérrez Parra
“El gobierno de México tiene un solo propósito que se
transfiere sucesivamente de una administración a otra: mantener la fuerza de
cohesión que permite el saqueo organizado del erario. Aquí nadie acepta un
cargo público si no es con la meta de enriquecerse a corto plazo… Si bien es
aberrante la codicia de los políticos, aún más aberrante y asombrosa es la
indiferencia de la sociedad, que permite sus atropellos cruzada de brazos”.
Estas palabras no fueron dichas ayer, las dijo James
Gadsden, embajador de Estados Unidos en México, en una misiva que le envió al
Secretario de Estado de aquel país el 16 de agosto de 1853. Pero siguen tan
vigentes como hace 165 años en que fueron escritas.
En Veracruz todos los políticos roban. En mayor o
menor medida pero todos atracan, todos le meten mano al cajón del erario a
sabiendas de que la justicia les pelará los dientes y la sociedad -como dijo
Gadsden- se quedará cruzada de brazos.
Hace año y medio metieron a la cárcel a un sujeto que
ha sido señalado como el ladrón más grande que ha tenido Veracruz en su
historia reciente. ¿Esto hizo temblar a los políticos corruptos y arrepentirse
de ser tan bandidos? ¿Juraron contritos que ya no robarían? ¡Qué va, por el
contrario!, más de 160 gañanes (entre alcaldes y ex alcaldes) tratan de emular
sus hazañas.
La Cuenta Pública del 2017 arrojó que 19 ayuntamientos
endeudaron a sus municipios por varios años y con cantidades multimillonarias, al
contratar el servicio de alumbrado público a empresas “patito”.
Estos proveedores existen, es decir, no son empresas
fantasma. Pero sí son empresas de dudosa laya que están violando la ley al
carecer de registro ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Estas empresas no pasaron por un proceso de
licitación, se infiere que mediante una módica mochada se entendieron
directamente con los 19 alcaldes y sus cabildos, que aprobaron pagarles más de 608
millones de pesos sin que les importara el daño patrimonial que causaron.
La Cuenta Pública de 2017 arrojó además que en 153
municipios se detectó otro presunto saqueo del dinero público que en conjunto suma
Mil 102 millones de pesos.
En síntesis, alcaldes y sus achichincles de 172
municipios de los 212 que tiene Veracruz, atracaron en números redondos Mil 711
millones de pesos del erario en un solo año.
Pero aguas ¿eh? que el Orfis los va a investigar.
Y sí, los llamará a cuentas y los que no se hayan
pelado se presentarán amparados y con abogados, comenzará el estira y afloja,
la negociación: “Es que no mamss cabrón, te fuiste grueso con la lana, pero móchate
con tanto y ahí que muera el asunto”. Y al cabo de unos meses la dependencia
redactará un comunicado donde asentará que el Ayuntamiento del municipio fulano
“solventó a satisfacción las observaciones” de la Cuenta Pública bla bla bla y
listo.
Y se irán esos ladrones y vendrán otros a prometernos
que ahora sí se acabará la corrupción, el latrocinio, la inseguridad y la
violencia. Y nos verás lector, yendo de pendejos a darles nuestro voto para que
a la vuelta de la esquina nos vuelvan a robar y a saquear, en un círculo
vicioso que nomás no tiene fin.
Si James Gadsden viviera se daría cuenta que nada ha
cambiado en México. Si en su tiempo padeció a Santa Anna, los tataranietos
políticos de este hijo de su sexoservidora madre han resultado peor, mucho
peor, que Su Alteza Serenísima.