Por Rafael Arias
Hernández.
A 380
días del final, y a unos cuantos del penúltimo informe de gobierno. No es lo
mismo hacer Justicia, que ajusticiar.
En Veracruz
y el país, aumenta la población desatendida, sacrificada e ignorada; más
pobreza, hambre e inseguridad. ¿Somos o nos hacemos?
O para
ser más precisos: ¿no será que porque nos hacemos, somos?
Concreta
y directamente, a la creciente y asfixiante ineficiencia y delincuencia
gubernamental, que ha transformado a instituciones y dependencias oficiales,
antes consideradas como parte importante de la solución o remedio, en
verdaderos obstáculos o problemas, parciales o totales, que crecen y se
complican en todos los ámbitos federal, estatal y municipal. Problema que ha trascendido
fronteras y nos ha convertido en el mundo, como el ejemplo a no seguir.
Las
principales causas o razones, se tienen
identificadas. Se sabe quiénes son y deben ser los primeros en cumplir y
hacer cumplir la ley, pero no lo hacen. A pesar de que juran y protestan
hacerlo; y por encima de que, en sus
simuladores actos y discursos oficiales, prometen y repiten ser ejemplo de
congruencia y deber cumplido, la verdad es que simulan y hacen como que hacen,
hasta convertirse en la enfermedad o
parte de ella.
Ante
esta situación imposible comportarse como si no pasara nada; y fingir que lo
que sucede no tiene trascendencia y repercusiones sociales presentes y futuras.
No se
puede ignorar ni minimizar más, que debe ser regla general, sin excepciones, no
aceptar ni sostener autoritarismo y discrecionalidad; no encubrir ni tolerar a
quienes gobiernan, electos o nombrados, caracterizados por violar las normas
vigentes y convertir las leyes en letra muerta, o simplemente en buena
intención.
Hay
desinterés o se permite u omite. Hoy y aquí, se comete el error, lo demás son
consecuencias.
De ahí
que, ante el fundado temor y evidencias, de que continúe la tradición oficial de
desinformar, engañar y confundir, haciendo como que se cumple con el deber de transparentar
y rendir cuentas, bien y a tiempo; en realidad se sigue, sin participación ni
evaluación social, porque predomina opacidad y simulación, entretenimiento y distracción popular, distorsión y manipulación mediática.
Ante
la posibilidad de insistir y repetir, la padecida y costosa, forma delictiva de promoción y el
fantasmagórico contenido del informe oficial, para el ciudadano común y la
sociedad en general, es siempre oportuno preguntar y preguntarse: ¿ y ahora que
se debe hacer, ignorar y hacer como que no pasa nada?
Lo que
sucede no es nuevo ni único en Veracruz, aunque la exageración de la promoción
si lo es. En todo caso, es indiscutible que la gravedad de la problemática
exige atención.
Lamentable
y costoso, desatender y no reconocer que tanto el problema del desgobierno,
como el avance de corrupción e impunidad, crecen y se fortalecen, ya que a muchos
gobernantes, desde Presidente de la República, gobernadores estatales y
presidentes municipales, hasta responsables de supuestos órganos autónomos y
poderes independientes, no se les obliga siempre, sin excepción a cumplir y
hacer cumplir la ley.
A
propósito, analícese y júzguese. Lo establece la máxima expresión normativa del
Estado de Derecho del país: la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en su artículo 134.
“La propaganda, bajo
cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los
poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la
administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno,
deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de
orientación social. En ningún caso esta
propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción
personalizada de cualquier servidor público”.
Urge poner atención, a
estos aspectos del comportamiento de los gobernantes, como a otros de
reconocida relevancia. Muchas otras leyes violan o no cumplen. El colmo se
sigue sin transparentar gastos de comunicación y publicidad oficial.
Inaceptable adoptar y
adaptar corrupción e impunidad, como formas habituales de conducta y hasta supuesto ejemplo a seguir, de quienes
están a cargo temporalmente de representación y poder público.
VILLANOS Y SUPERHEROES
DE LA AUTOPROMOCIÓN.
Obligatorio enterarse y
poner atención a una de las pocas formas de rendición de cuentas, el informe de
gobierno anual. Hay que ver que dicen que hicieron, a que costo y quienes resultaron beneficiados. Enterarse,
verificar y analizar; de ninguna manera aceptar de antemano o rechazar y negar
en automático.
Preciso identificar
errores para corregirlos, responsabilidades y culpabilidades para denunciarlas
y sancionarlas. Y también reconocer esfuerzo y trabajo realizado, al señalar
aciertos, porque pocos, pero los hay y cuesta mucho obtenerlos.
Informe de gobierno. Forma
deformada, hasta convertirla en penoso y
costoso ritual, conocido como el “besa manos”; ritual en el que el gobernante
es transformado en super héroe, felicitado y reconocido por mucho de lo que no
ha hecho; justificado (en exceso) por todo lo mal hecho y lo pendiente por
hacer; y, desde luego, exonerado de antemano por pérdidas y fracasos, por uso y abuso de patrimonio y
recursos, así como de las atribuciones de las instituciones a su cargo.
Forma deformada hasta
la simulación sistematizada, sin mayor consecuencia que cumplir con enviar un
documento y al equipo de presuntos responsables a comparecer, en un patético
interrogatorio repleto de preguntas intrascendentes, de falta de respuestas actualizadas
y confiables, de verdades a medias y mentiras verdaderas. Eso sí, protestando “decir la verdad”.
Tiempo de
entretenimiento y distractores populares, de manipulación y creación de
villanos favoritos y superhéroes de la autopromoción, con cargo al presupuesto.
Tiempo de insistir y
preguntar. ¿De qué tamaño es el daño
recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda
pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos
presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción?
¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más
concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de
la reestructuración de la deuda? ¿Por qué los descomunales y ofensivos súper
sueldos, prestaciones y beneficios, a funcionarios?
*AcademicoIIESESUV @RafaelAriasH.
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