P. José Manuel Suazo Reyes
El mes de septiembre es conocido en la Iglesia Católica como el mes de la Biblia, entre otras cosas porque el día 30 se celebra a San Jerónimo, el gran estudioso de los textos sagrados que tradujo la Sagrada Escritura del Hebreo al Latín y dio como resultado la Vulgata Latina.
En Perote, el grupo juvenil de la Parroquia de San Miguel Arcángel, que se reune cada miércoles en la iglesia de N.S. del Calvario, se comprometió en este mes de septiembre a conocer más de cerca la Palabra de Dios.
El primer compromiso fue llevar a cabo la entronización de la Biblia en su propia casa, es decir colocar la Palabra de Dios en un lugar visible de su casa teniendo como texto inspirador los que dice el Salmo (119,105) “Lámpara es tu Palabra para mis pasos, una luz en mi sendero”, de este modo durante un mes tendrá la oportunidad de encontrarse visiblemente con el texto sagrado de la Biblia.
El segundo compromiso es que cada día a las 9 de la noche, estos 40 jóvenes interrumpirán sus actividades ordinarias para leer y meditar en un ambiente de oración el contenido de un salmo.
Será un ejército juvenil que desde distintos lugares de Perote se dirigirán a Dios. Recordemos que todas las oraciones llegan al corazón de Dios.
Como sabemos también, la Biblia contiene 150 salmos que abordan diferentes temáticas. Hay salmos de Alabanza, de Súplica, de petición de Perdón, de acción de gracias; hay salmos de confianza, salmos sapienciales… Cada joven podrá escoger el salmo que le agrade y cón él elevará sus pensamientos al creador.
Un tercer compromiso es que durante este mes, estos jóvenes han aceptado el reto de leer también el 4to evangelio, el evangelio del discípulo amado. Es revelador lo que nos dice el evangelista San Juan al final de su obra. Jesús realizó en presencia de los discípulos otros muchos signos que no están escritos en este libro. Estos han sido escritos para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre Jn 20, 30-31).
Esta experiencia dejará una huella imborrable en estos jóvenes peroteños.