Perfilando
Por Iván Calderón
Innegablemente, tanto en la vida como en la política, todo tiene un ciclo. Pero hay quienes, aferrados al pasado, se niegan a aceptarlo, tal es el caso de muchos exfuncionarios y exfuncionarias del sexenio de Cuitláhuac García Jiménez, quienes hoy viven en la nostalgia del 2018 y aún creen, ilusamente, que tienen poder, influencia o reconocimiento, pero la realidad es otra: ni son gobierno, ni tienen respaldo ciudadano y su tiempo ya pasó.
Hay que decirlo con claridad: si MORENA ganó en Veracruz no fue gracias al gobierno de Cuitláhuac, fue a pesar de él, la ciudadanía decidió continuar con la Cuarta Transformación por el trabajo firme y sostenido de quien hoy encabeza el Ejecutivo estatal: La Gobernadora Rocío Nahle García.
Nahle no sólo cargó con los errores del anterior sexenio, (uno de los peor calificados por la propia ciudadanía), sino que nunca los utilizó como excusa. Como aspirante Nahle no reclamó, no se quejó, no se victimizó, se puso a trabajar, como siempre lo ha hecho, apostó por la unidad, por el territorio, por la cercanía real con la gente. Y así, construyó una victoria legítima, desde abajo, con liderazgo y sin necesidad de colgarse de nadie.
Sin embargo, mientras en Veracruz comienza una nueva etapa de reconstrucción, algunos “cuitlahuistas” siguen buscando reflectores, lanzando comentarios en redes, tomándose fotos, queriendo resucitar una narrativa de “grandes logros” que simplemente no existieron.
¿Dónde están esos resultados que presumen? Porque las malas obras ahí están, y los errores del pasado también.
Mientras el gobierno de Rocío Nahle consigue casi 3 mil millones de pesos en inversión federal tan solo para el sector salud, y ejecuta una administración con orden, visión y disciplina, los excolaboradores de Cuitláhuac sólo alimentan su vanidad. No entienden que el juego terminó, que su etapa se agotó, y que el pueblo no olvida.
Porque no lo dicen los adversarios, (ni los aliados) lo dicen las encuestas, el sexenio de Cuitláhuac García será recordado como uno de los más grises, erráticos y alejados de la gente. Y es absurdo que hoy pretendan reciclarse como operadores políticos cuando no tienen poder, ni respaldo popular, ni mucho menos autoridad moral.
¿En qué estarán pensando?
Caray, Veracruz no vive de recuerdos, mucho menos de los malos, la ciudadanía exige rumbo, resultados y liderazgo. Y eso es lo que, con firmeza, comienza a construir Rocío Nahle, le pese a quien le pese.
En fin, diría el filósofo mexicano Juan Gabriel ¿pero qué necesidad?
@IvanKalderon