Y me marché…
Y a mi barca la
Llamé Libertad
Hugo Gutiérrez Maldonado
El asunto de la Cuenta Pública 2021 en Veracruz no es cosa fácil, por donde se le quiera ver y como dijo el descuartizador, vamos por partes.
El 30 de
septiembre pasado, el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), que se encarga
de revisar y auditar todos los recursos públicos que circulan por este estado
–y todos es todos-, que para eso se lleva unos 9 meses, de los cuales el 20 por
ciento más o menos es de planeación, el resto es revisar, hacer cuentas, pedir
documentación y un largo etcétera a los sujetos obligados, en los que se
involucran alrededor de 300 pelaos muy
bien capacitados, para realizar esta tarea que a algunos se les antoja
titánica, pero indispensable para el correcto caminar de la entidad.
Pues
bueno, conforme lo establece el Artículo 26 de la Ley de Fiscalización Superior
y Rendición de Cuentas del Estado de Veracruz, la fiscalización inicia el
primer día hábil del año siguiente que se revisa, es decir, para el año que nos
ocupa, empezó el 1 de enero de 2022.
Formalmente
a partir del requerimiento de información, mediante las órdenes de auditoría se
inició la revisión. Los primeros oficios fueron emitidos el 24 de marzo y las
primeras notificaciones a los municipios se dieron el 30 de marzo siguiente, es
decir, una semana después.
Ergo,
decir como dijeron los diputados, que el Orfis no tomó en cuenta los dictámenes
emitidos por los municipios, es no considerar que los recibió el ente
fiscalizador, extemporáneamente, pues para entonces ya se estaban emitiendo los
"Pliegos de Observaciones".
La
remisión de los dictámenes del Congreso al Orfis, se realizaron del 2 de mayo
al 29 de junio.
El
primer pliego de observaciones se concluyó el 7 de junio y se notificó al día
siguiente, es decir, el 8 de junio y conforme al Artículo 52 de la misma Ley, se otorgan 15 días para presentar
las aclaraciones y la documentación para solventar las observaciones
formuladas.
Luego
entonces, luego de su recepción y análisis de la documentación aclaratoria, se reveló
la problemática que fue “falta de documentación idónea” y causas son
muchas, a saber:
Fueron
presentadas copias simples; copias mal certificadas; obstáculos por parte de la
administración municipal actual para entregar documentos certificados (el caso
de Tamiahua es muy ilustrativo al respecto y del cual le hemos dado testimonio
oportuno); falta de permisos de obra; falta de documentos para acreditar
propiedad de inmuebles; los documentos remitidos por el Congreso (dictámenes)
llegaron después de iniciado el procedimiento de fiscalización, cuando ya se
tenía la muestra técnica y se encontraba muy avanzada la fiscalización, es
decir, el Orfis resolvió con los elementos técnicos y jurídicos aportados por
los municipios en tiempo y forma, de acuerdo a como lo marca la Ley, no se sacó
de la manga los dictámenes y alguien se levantó por ahí de malas y dijo –Hoy le
vamos a dar en la madre al exalcalde de San Juan de las Pitas por que me cae
mal y es compadre del diputado hijo de Sue, que también me cae mal y le vamos a
hacer la vida imposible- (Sue es una señora estadunidense), pues no señores,
aunque muchos en el Poder Legislativo quisieran que así fueran las cosas, en la
realidad no funcionan así, hay un marco jurídico que debe respetarse y el
argumento que ha dado la Comisión de Vigilancia del Congreso, no por justo y bien
trovado, deja de ser puro cuento, porque…, ¡porque no ha dado argumento alguno!
Y no es
defender a nadie, pero en este tenor, el diputado junior, el jovencito Fararoni, que dicen sus colegas lo
mejor que sabe hacer es quedarse callado, se creyó eso de que era él el
presidente de la Comisión de Vigilancia –y no un puppet del verdadero poder
(puppet: mono regularmente de trapo manejado por la mano de otra persona –de
nada)- y en la sesión de la Comisión de Vigilancia del 19 de octubre, es decir
sólo 20 días después de recibido el documento del Orfis, decidieron que el
dictamen va en el sentido de rechazar la Cuenta Pública 2021 “para hacer una nueva
revisión y solventar las observaciones que algunos exalcaldes ya presentaron
(…) es una mejora al trabajo, estamos proponiendo una nueva oportunidad al Orfis
para mejorar su informe de resultados", con esa soberbia este jovenzuelo
se da el lujo de darle en la madre al trabajo de esas 300 personas
involucradas, especialistas ellos y ellas, que tardaron más de 6 meses en
revisar.
Y
todo esto sin presentar una sola prueba de su dicho.
Y más
allá de que estamos mal per sé, no quisiera creer las
versiones que apuntan a que una diputada dolida por no haberséle cumplido un
berrinche pero con la influencia suficiente para convertir un tema de la mayor
relevancia para la vida de Veracruz, en una vendetta personal que esté
ocasionando todo este desgarriate.
Me
niego a creer, sinceramente, que sea esto un entramado tipo Game of Thrones
región 4, algo así como The Tantoyuca
Leaks o qué se yo…
El tema
es que retomo una frase de un gran compañero y amigo “ya veremos cuando los
integrantes de la Comisión de Vigilancia se reúnan con el Orfis y empiecen a
pedir favores para acreditar tal o cual cuenta de determinado municipio”, ahí
es donde saldrán las máscaras volando y veremos quién es quién en este absurdo
juego de un poder inexistente, en el que además, pareciera que el señor
gobernador no está enterado.
¡Qué
barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com