Por Rafael Arias Hernández.
A la memoria de Flora Velázquez Ortiz.
Singular maestra y ser humano.
Inocultables, crecientes y presentes,
las crisis siguen causando los conocidos y padecidos efectos.
Para gobernar al gobierno y asegurar su
eficiencia, urgen más y mejores políticas públicas, con participación y
evaluación social permanentes.
Urge política económica y financiera gubernamental
sustentable, efectiva y actual.
La población sabe y siente que la
economía no alcanza y que para los gobiernos, el presupuesto oficial es
insuficiente, deficitario y de endeudamiento en aumento; sabe también, que está sometida a limitaciones y sacrificios, a
pesar de diversas señales, que sostienen y alientan la esperanza en el esfuerzo oficial actual, como la contención
de la inflación, la nueva política salarial, las acciones anticorrupción, el orden en la remuneración al personal y la
organización de la administración pública federal, así como las expectativas en
tratados comerciales y el contexto internacional.
Las problemáticas, en todo caso, se
manifiestan, hacen evidentes y justifican ese malestar social. Estadísticas e información oficial, permiten
asegurar que persisten: el estancamiento o falta de crecimiento económico, la insuficiente inversión privada y la restringida inversión
pública; la notoria falta de creación de empleos y alta informalidad; y, desde
luego los bajos ingresos y pocas o nulas prestaciones. A este respecto, sin
demerito de los señalamientos y protestas, también alientan la esperanza de la
población, las acciones gubernamentales en bienestar social, educación y salud,
que amplían coberturas a servicios gratuitos para la población.
El intento de cambiar sigue, se
profundiza y expande. Así que, mucho se espera de quienes gobiernan, tanto en los ámbitos federal, estatal y
municipal, como en los llamados organismos autónomos. Todos en la necesidad de actualizar
y mejorar sus políticas.
AÑO FISCAL, EVALUACIÓN AUSENTE.
En estos contextos es preciso insistir y
llamar la atención, respecto a la cuestión de las finanzas públicas, en la
información oficial ; y en particular, en los conocidos y padecidos defectos
del llamado informe oficial de gobierno y de la injustificable costumbre de en
verdad no efectuarlo y por lo tanto no evaluarlo, al término del periodo de
referencia; simulación persistente de la evaluación, que no se basa en hechos e
información, auténtica y constatable,
solo en estimaciones, tendencias y suposiciones que, por lo regular, resultan muy lejos de la realidad .
Por lo general, en dichos deformes
informes se excluyen, entre otros aspectos, lo relativo al mes más caro del
presupuesto anual en cuestión; diciembre.
Ni que decir de la discrecionalidad y
exceso con el que se manejan innumerables partidas presupuestales.
Una de las propuestas claras y sencillas
es simplemente ajustarse al año fiscal y al seguimiento trimestral; y, su comprobada realización, para difundir la evaluación correspondiente.
Importante saber responsabilidad y alcances, del ejercicio del presupuesto y
del cumplimiento del deber, del conocido
“no Poder Legislativo”.
Téngase presente que una de sus
facultades principales de dicho poder,
es crear y modificar leyes; y que entre otras, de esas facultades
sobresalientes, es tener que dar
seguimiento y evaluar, para vigilar y hacer cumplir el presupuesto aprobado, cosa
que no hace o simula hacer, permitiendo abusos, excesos, incumplimientos, injustificadas pérdidas de recursos públicos
y hasta encubriendo delitos, en mucho de lo relativo al presupuesto, integrado básicamente por las leyes de
ingresos y egresos.
Mucho que explicar y justificar,
permanente y puntualmente.
Transparencia, acceso a la información,
seguimiento y fiscalización y, sobre todo, la participación y evaluación
ciudadana y social, llegaron para quedarse.
Parte importante del cambio que se exige
a los gobernantes, funcionarios y servidores públicos, es reorientar y
canalizar sus esfuerzos con honestidad, responsabilidad, capacidad y
efectividad.
Para todo servidor público eficiente y
congruente. No basta caracterizarse con una de estas atribuciones o virtudes.
Imprescindible contar con todas ellas a la vez.
Uso y abuso, subejercicio y exceso de
gasto e inversión. Préstamos y
endeudamientos. Déficit y superávit.
Deuda pública de corto, mediano y largo plazo. Deuda externa y deuda eterna.
Desaparición y saqueo de valiosos
recursos públicos, con una fiscalización que encubre, justifica o desaparece
deberes y obligaciones. Órganos de simulación superior, como el ORFIS;
inefectivas contralorías, con poco o nulo control; o sistemas de
entretenimiento y disimulo, como los de la anticorrupción también con escasos o
nulos resultados, de enorme costo público.
En fin por ahora se puede decir, que los
políticos en los gobiernos de todos los ámbitos (federal, estatal y municipal),
los responsables de los poderes legislativo y judicial, y los encargados de los
organismos autónomos, salvo excepciones, han hecho y hacen creer que lo
económico y financiero, les interesa y forma parte de sus prioridades de
ocupación y trabajo; y que siguen y apoyan la fiscalización institucional
efectiva, así como la participación y evaluación social.
La verdad es que para desgracia de
presentes y futuras generaciones, entre otros aspectos, lo que sobresale y
persiste, es que en lo económico destaca la exportación de millones de pobres
que aportan en remesas más de 36 mil millones de dólares al año; y en lo
social, persiste una inocultable
inseguridad pública y una cuestionada procuración y administración de la
justicia.
FACULTAD DE ECONOMÍA UV.
Cuando la economía y las finanzas
públicas, eran tema central de preocupación y acción de la Universidad Veracruzana,
se fundó y apoyó la evolución y presencia de la Facultad que, además, propició
la creación y desarrollo de otras carreras, cumpliendo en verdad con su
responsabilidad social y de institución pública, hasta influir y fortalecer, en
aquellos tiempos, la teoría y práctica del desarrollo estatal y nacional.
En ese histórico esfuerzo están
presentes el liderazgo, visión y acción de académicos fundadores, como Roberto
Bravo Garzón, Antonio de Haro y muchos otros, entre los que destacaron mujeres
como María de la Luz Aguilera, Carmelita Cristiani y Flora Velázquez.
Hoy la maestra Flora se ha ido, pero su
reconocida capacidad académica, su inolvidable enseñanza de la Demografía y su
importancia, como origen y destino de la
Economía; y, sobre todo, su
singularidad de gran ser humano, son y serán por siempre recordados.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH