Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
En diez días el gobernador Cuitláhuac García Jiménez entregará
al Congreso local su Primer Informe de Gobierno, y la pregunta es ¿qué va a
informar?
Cuitláhuac recibió un Veracruz quebrado e inseguro.
Pero once meses después el estado está lo que le sigue a quebrado, inseguro,
violento y desamparado.
El gobernador ocupó el mes de diciembre del 2018 en
echarle la culpa de todos los males a las administraciones anteriores. Pero a
partir de enero y hasta agosto, la culpa de todo se la achacó al Fiscal estatal
Jorge Winckler que llegó a convertirse en su obsesión. Es decir; García Jiménez
se chutó nueve meses sin hacer otra cosa que repartir culpas y las
consecuencias no se hicieron esperar.
La actividad económica se encuentra paralizada y se va
a poner peor. En el primer trimestre de este año Veracruz tuvo un crecimiento
del 0.0 por ciento, mientras que para el segundo trimestre decreció en -0.1 por
ciento de acuerdo con datos del INEGI. Y puedes jurar lector que el reporte del
tercer trimestre vendrá en el mismo tenor.
La inseguridad se disparó a niveles brutales y ya es
hasta ocioso repetir que Veracruz va a la cabeza en feminicidios y secuestros.
No han sido una ni dos, sino tres las masacres
registradas en el gobierno de Cuitláhuac.
La noche del 19 de abril fueron asesinadas 14 personas,
entre ellas un bebé de un año, mientras festejaban el cumpleaños de una persona
en la palapa Los Potros de Minatitlán.
El 17 de mayo un grupo de sicarios disparó contra unos
comerciantes de limones que ofertaban su mercancía en la comunidad de
Tuzamapan. El saldo fue de seis muertos y cuatro heridos.
El martes 27 de agosto fueron asesinadas 30 personas
en el interior del bar El Caballo Blanco de Coatzacoalcos y hubo al menos 11
heridos.
En total fueron 50 las víctimas mortales en tres
masacres y no hay hasta la fecha un solo detenido. Pero si hay renuncias de los
mandos policiacos por tanta negligencia ¿verdad? No hombre, nada de eso, todos
siguen cobrando puntualmente sus quincenas.
El dengue es una enfermedad que había sido contenida
en Veracruz. Hasta los gobiernos más ladrones se preocuparon por invertir en
programas de prevención, descacharrización y en la compra de insecticidas y
vectores. Pero el gobierno de la 4T despidió a más de la mitad del personal y
“olvidó” comprar insecticidas. Resultado, más de 7 mil casos de dengue
comprobados y al menos veinte muertes por la enfermedad.
En casi un año la inseguridad y la violencia han
rendido sus frutos en Veracruz; se cuentan por cientos los negocios que han bajado
la cortina por amenazas, cobro de piso y asesinato.
Hasta hoy casi todo veracruzano dice que Fidel, Javier
y Miguel Ángel son unos ladrones. Pero también aseguran que en el primer año de
sus administraciones hicieron obras, crearon fuentes de empleo y tuvieron mucho
de qué presumir en sus informes ante el Congreso.
¿De qué presumirá Cuitláhuac ahora que rinda su Primer
Informe? ¿De qué va a farolear si en apenas once meses tiene a la entidad sumida
en la violencia y más jodida económicamente que sus antecesores?
Lo sabremos en diez días.